martes, 29 de octubre de 2013

¿En busca del control total? Masones de EE.UU. recopilan 'chips' de niños

Masones de EE.UU. informan de que han generado un total de 1,5 millones de 'paquetes' de identificación para niños a petición de sus padres. Promueven la iniciativa en la red, sosteniendo que permite combatir las desapariciones de menores. 

Los programas de apoyo a la iniciativa a nivel internacional y local (Masonichip International y myCHIP) detallan que desde su creación en la década de los 90 su tarea es proporcionar a las fuerzas policiales herramientas que ayuden a encontrar e identificar a los niños perdidos o desaparecidos. Según su cifra, solo en EE.UU. hay más de 113.400 niños desaparecidos de entre 6 y 11 años de edad. 

Como medida preventiva, las logias masónicas ofrecen a los padres sus servicios para grabar una pequeña entrevista con el menor, fotografiarlo, tomarle las huellas dactilares y la impresión dental y registrarlo todo en una base de datos. Piden también muestras de ADN. En caso de surgir la necesidad, se comprometen a facilitar inmediatamente el paquete de datos recopilados a las autoridades y a difundir la información en los medios de comunicación para ampliar el alcance de la búsqueda. Todos los servicios son gratuitos. 

Dado que se trata de una identificación sistemática y que el nombre abreviado del programa es 'myCHIP' (de 'Masonic Youth Child Identification Program', literalmente 'programa masónico de indentificación de jóvenes y niños'), los paquetes de datos individuales son denominados 'chips'. 

A pesar de los objetivos declarados, no todo es tan claro como parece, destaca el columnista ruso Leonid Savin. A pesar de que los masones están implementando su iniciativa en colaboración con el Centro Nacional de EE.UU. para Niños Explotados y Desaparecidos, el periodista ve en ella un paso hacia la vigilancia total de los ciudadanos. Destaca, además, que la iniciativa no solo se ciñe a EE.UU. sino también a países de Europa.

Victor Brossa entrevista a J.L. Parise en Proyecto Syneidesis

José Luis Parise: Psicoanalista, psicologo, investigador, escritor argentino. Conferencista internacional.Es el primer investigador que llegó conectarse con los Indios Q’eros, últimos exponentes legítimos de la Raza Inca y culturas iniciáticas.

Autor del libro El Otro Camino (entre otros).

Creó la Primera Escuela EDIPO en Latinoamérica, donde se integran los temas iniciáticos con el psicoanálisis.


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El vértigo al referéndum rompe el núcleo duro de Mas y enfrenta a sus consejeros

EL PROPIO PUIG VE CONVENIENTE APLAZARLO

El presidente de la Generalitat y de CDC, Artur Mas. (EFE)

Tensión pura y dura es lo que se respira en el núcleo duro independentista catalán. Hay quien ve que la insistencia en la consulta independentista para el 2014 sólo traerá males para los nacionalistas y hay quien piensa que sólo marchando por ese camino se pueden paliar las deficiencias económicas de la comunidad. Pero quien cavila cosas tan opuestas no son, por una vez, convergentes y populares: la dicotomía llega hasta la médula de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). Y no sólo eso: hasta la médula del propio Gobierno de la Generalitat, porque son compañeros de filas los que piensan de formas radicalmente opuestas.

“¿Retrasar la consulta? Tenemos un acuerdo de programa y un pacto de Gobierno para que sea en el 2014. Y se hará”, dice una fuente de CDC a El Confidencial. Pero incluso un veterano militante reconoce que es posible que esa ilusión se quede sólo en eso: en una ilusión. “O se negocia con el Estado o no tenemos nada que hacer”, dice esta fuente. Entre unos y otros, la distancia se va agrandando cada día.

El presidente catalán, Artur Mas, está convencido de que no puede dar un paso atrás, porque eso sería su tumba política. Quizás el dar un paso al frente también, pero tiene todavía alguna esperanza de que se pueda salvar, políticamente hablando. O penalmente, porque el Gobierno español no descarta acciones de ese tipo si hay algún “ilícito penal” en el que pueda incurrir en su cruzada secesionista. La propia presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, le recordó ayer que pedirá a Mariano Rajoy “medidas adecuadas” si Mas fija, finalmente, fecha y pregunta para el referéndum antes del 15 de diciembre, como vaticinó ya el líder de ERC, Oriol Junqueras.

Paralelamente, la Administración central ha comenzado areactivar unidades de sus ministerios en Barcelona –esencialmente Interior y Defensa– que habían cerrado hace años. No tenían ni personal ni medios, y en los últimos meses han vuelto a ponerse en marcha, “por lo que pueda pasar”. Es un aviso a navegantes, un mensaje que dice muy a las claras que España ya no se fía de la Administración autonómica catalana.

Mientras tanto, las divergencias en el núcleo de los independentistas se hacen cada día más evidentes. Ayer, el expresidente de la Generalitat José Montillaaconsejaba a Artur Mas en una entrevista a TV3, el canal autonómico catalán, que si quiere celebrar una consulta acordada con el Estado no debería fijar ni fecha ni pregunta, tal y como le exige Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Si lo hace, subrayaba Montilla, lo que está haciendo es “asegurarse el 'no' del Estado a que los catalanes se pronuncien”. El expresidente aprovechaba para indicar que la vía federalista que propone el PSC es más viable que la independentista de Convergència.

Pero en Convergència no están de acuerdo. El propio portavoz del Gobierno y consejero de Presidencia, Francesc Homs, manifestaba tras esas declaraciones que sería un “fraude a la democracia no celebrar el referéndum independentista el año que viene.

“La consulta se hará”

Fuentes de Convergència señalan a El Confidencial que “la consulta en el 2014 es una propuesta que está recogida no sólo en nuestro programa electoral, sino también en el pacto con ERC. Es verdad que lo primero que necesitamos saber es qué planteamiento hará el Gobierno del Estado ante la petición, pero entendemos que como no va a haber ningún planteamiento en este sentido, la consulta se hará en el 2014, al menos por nuestra parte. De una forma o de otra, ha de hacerse”.


Todos evitan, de momento, una posición realista en el caso de que el momento crucial llegue. ¿Podrá el Estado acusar a los responsables de la Generalitat de malversación de fondos si gastan un solo euro en material del referéndum? ¿Podrá haber acusación formal contra Artur Mas por infringir la ley? Silencio por parte del Gobierno central. ¿Comprará urnas y pagará la seguridad la Generalitat para realizar la consulta? ¿Utilizará el censo sanitario, tal como ha comenzado a correr, ante la imposibilidad de poder utilizar el censo electoral normal para el referéndum? Silencio por parte del Gobierno autonómico.

En privado, todos reconocen dificultades legales para convocar una consulta. Incluso los más radicales independentistas, cuando atisban la posibilidad de acciones penales contra Artur Mas, dudan. Porque si el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) dictamina, por ejemplo, que no tiene competencias para convocar una consulta, quedaría en descubierto. La Justicia podría sancionar a Mas. Se le convertiría en el Ibarretxe catalán y dentro de cuatro años nadie le recordaría, retirado o inhabilitado.

Incluso en ERC saben que tensar la cuerda no les beneficia. “Jamás deberíamos haber llegado a este extremo. Es una locura. Lo malo es que en la situación actual todos tienen que retroceder un poco, pero nadie está dispuesto a dar el primer paso”, confiesa a El Confidencial un alto exdirigente de ERC que ve muy preocupante la situación actual. “Todos han perdido la cabeza. De un lado y del otro. La situación puede tener arreglo todavía, pero todos han de ceder”, añade este alto cargo.

El descontento de Puig

Pero aunque oficialmente en Convergència sigan apostando por la consulta como si nada hubiese pasado (Mariano Rajoy también sigue gobernando como si nada hubiese pasado), en el seno del Gobierno catalán se notan ya los primeros síntomas de la crisis interna. El consejero de Empresa y Ocupación, Felip Puig, en otros tiempos el centro del núcleo duro independentista de la formación convergente, ya ha advertido a sus compañeros de que si la consulta se retrasa hasta el 2015 para ser acordada con el Estado no importa. Es un aviso a navegantes. Lo que intenta, según señala un amigo suyo a este diario, es “que se destense la cuerda, que tanto Gobierno español como Gobierno catalán tengan más margen de maniobra”.

Felip Puig.

Pero desde el núcleo duro de CDC, se opina de otro modo: “Lo que quiso decir es que antes de que no haya ninguna consulta el año que viene, que sea en el 2015. Es decir, sólo si es si es del todo imposible que sea en el 2014 ha de hacerse entonces en el 2015. Pero que se haga de todas formas”. Para estas fuentes, las posiciones de Homs al defender que la consulta ha de celebrarse en el 2014 y la de Puig, remarcando que si no se hace el año que viene tampoco pasa nada, no son contradictorias. Pero es evidente que las divergencias en el núcleo duro de CDC y del Gobierno, ahora capitaneado por Francesc Homs, existen a todas luces.

Puig ha lanzado ya su dardo envenenado para desbloquear la situación y, según confirman personas de su entorno a El Confidencial, no descarta dejar el Gobierno y la política si el pulso de la Generalitat al Estado sigue adelante en las condiciones actuales. “Lo que quiere es que se hagan las cosas con cabeza. No es que sea menos independentista, pero lo que sí quiere es que Convergència no siga el dictado de Esquerra, que no vaya siempre a remolque, y que se plantee una salida negociada a la situación. Y eso, aunque tardemos un poco más en ser independientes”.

El cometa ISON visto por el Hubble

Esta nueva imagen del Telescopio Espacial NASA/ESA Hubble nos muestra al cometa C/2012 S1, más conocido como ISON, cuando se hizo visible en el firmamento el pasado día 9 de octubre. 

El núcleo sólido del cometa todavía no se puede distinguir porque es demasiado pequeño. Si se hubiese fragmentado - algo que podría suceder a medida que se aproxima al Sol y se empieza a calentar - el Hubble habría detectado la presencia de múltiples fragmentos. 

ISON brillará con más intensidad a finales de noviembre, justo antes y justo después de rodear al Sol. A medida que aumente su brillo, podría llegar a hacerse visible a simple vista. A lo largo del mes de diciembre su brillo volverá a disminuir, a la vez que pasa por el punto de su trayectoria más próximo a nuestro planeta. 

Según la suerte que corra cuando pase cerca del Sol, podría dar lugar a un bonito espectáculo o desintegrarse totalmente. Una serie de observatorios y varias misiones espaciales de la ESA y de la NASA tienen previsto estudiar esta bola de hielo a lo largo de los próximos meses.

Verónica Casanova

Audiencia en el Congreso de los EEUU (II): “2 Extraterrestres vivos trabajan con el gobierno de EEUU”

Una increíble audencia de 5 dias de duración sobre losExtraterrestres, fue celebrada en el Congreso de losEstados Unidos. A continuación exponemos los reveladores videos de las partes mas importantes de lo sucedido en estas 5 jornadas. Gracias infinitas a Fabio por su gran trabajo de traducción.


El Ex Ministro de Defensa Nacional de Canadá Paul Hellyer habla frente al Congreso de Washington sobre las diferentes razas extraterrestres que, según él, al menos cuatro han visitado la Tierra durante miles de años. Nos cuenta de dónde provienen y también asegura que existen dos seres alienígenas vivos trabajando actualmente con el gobierno estadounidense.

Suicidio saudita

Arabia Saudita retomó el plan qatarí tendiente a derrocar el régimen laico en Siria pero Riad parece incapaz de adaptarse al brusco retroceso de Estados Unidos. No sólo rechaza el acuerdo ruso-estadounidense sino que incluso prosigue la guerra y está anunciando diversas represalias para «castigar» a Estados Unidos. En opinión de Thierry Meyssan, esa obstinación equivale a un suicidio colectivo de la familia Saud.

Abandonada en Siria por Estados Unidos, ¿se suicidará Arabia Saudita a falta de lograr llevarse la victoria? Eso es lo que puede pensarse al ver los siguientes acontecimientos:

El 30 de septiembre pasado, el príncipe Bandar Ben Sultan viajó a Rusia, donde no sólo fue recibido por su homólogo, el jefe de los servicios secretos, sino por el presidente Vladimir Putin. Hay dos versiones de ese encuentro. Según los sauditas, Bandar se expresó en nombre del reino y de Estados Unidos. Propuso comprar armamento ruso por una suma ascendente a 15 000 millones de dólares si Moscú abandonaba Siria. Según los rusos, Bandar se expresó con arrogancia, amenazando con el envío de yihadistas que pondrían en crisis la celebración de los Juegos Olímpicos de invierno en Sochi si Moscú persistía en su respaldo al régimen laico de Damasco y proponiendo un verdadero soborno. Sea cual sea la verdad, lo cierto es que el presidente Putin vio las palabras del príncipe saudita como un insulto a Rusia.

El pasado 30 de septiembre, el príncipe Saud Al-Faisal estaba inscrito como orador en el orden del día del debate general de 68ª Asamblea General de la ONU. Sin embargo, furioso ante el acercamiento entre Irán y Estados Unidos, este otro príncipe saudita –que funge como ministro de Relaciones Exteriores– simplemente abandonó la sede de la ONU, sin excusarse siquiera. Tan grande era su cólera que incluso se negó a que el discurso que iba a pronunciar, ya preparado e impreso de antemano, fuese distribuido a las delegaciones de los demás países.

El 11 de octubre, el secretario general adjunto de la ONU y ex responsable del Departamento de Estado para el Medio Oriente, Jeffrey Feltman, recibía a una delegación libanesa. Al hablar, en nombre del secretario general de la ONU Ban Ki-moon, Feltman no encontró palabras lo suficientemente duras para criticar la política exterior de Arabia Saudita, basada en «rencores» e incapaz de adaptarse a un mundo cambiante.

El 18 de octubre, la Asamblea General de la ONU elegía –193 votos a favor y 176 en contra– a Arabia Saudita para ocupar un puesto de miembro no permanente en el Consejo de Seguridad por un periodo de 2 años, que comenzaría el 1º de enero de 2014. El embajador saudita Abdallah El-Muallemi se felicitaba entonces por esa victoria que, según él, era un reflejo de «la eficacia de la política saudita caracterizada por la moderación» (sic). Sin embargo, unas pocas horas más tarde el príncipe Saud Al-Faisal publicaba un comunicado –de tono nasserista– sobre la incapacidad del Consejo de Seguridad y la negativa del reino a ocupar el puesto en ese órgano. Aunque mencionó el tema de Siria como motivo principal de esa decisión, el ministro saudita se dio el lujo de denunciar también la cuestión palestina y el tema de las armas de destrucción masiva en el Medio Oriente, o sea de designar simultáneamente como enemigos de la paz a Irán e Israel. Dado el hecho que la crítica contra la política de la ONU en Siria equivale a una denuncia directa contra Rusia y China, que recurrieron por 3 veces a su derecho de veto, el comunicado saudita era un insulto a Pekín, cuando China es actualmente el principal comprador del petróleo saudita. Ese viraje, que provocó consternación en las Naciones Unidas, fue sin embargo ruidosamente saludado por Turquía y Francia, países que dicen compartir la «frustración» de Arabia Saudita sobre el tema de Siria.

El 21 de octubre, el Wall Street Journal revelaba que el príncipe Bandar Ben Sultan había invitado varios diplomáticos europeos acreditados en Riad a visitarlo en su domicilio, donde les narró el furor saudita ante el acercamiento entre Irán y Estados Unidos y el retroceso estadounidense en Siria. Ante sus atónitos interlocutores, el jefe de los servicios secretos sauditas anunció que el reino piensa vengarse retirando sus inversiones de Estados Unidos. Retomando el episodio del asiento en el Consejo de Seguridad, el Wall Street Journal precisó que –según el príncipe Bandar– el comunicado no estaba dirigido contra la actitud de Pekín sino contra Washington, precisión que resulta tanto más interesante cuanto que no corresponde a la situación.

Ante la incredulidad que suscitaron esas declaraciones y los comentarios conciliadores del Departamento de Estado, el príncipe saudita Turki Ben Faisal explicó a la agencia Reutersque su enemigo personal Bandar había hablado en nombre del reino y que esa nueva política no será objeto de revisión. Lo cual quiere decir que no existen divergencias al respecto entre las dos ramas rivales de la familia reinante en Arabia Saudita –los Sudairi y los Shuraim– sino una visión común que comparten los dos bandos.

En resumen, Arabia Saudita insultó a Rusia en julio pasado, insultó a China hace 2 semanas. Y ahora insulta a Estados Unidos. El reino anuncia que va a retirar sus inversiones de este último país, probablemente para volverse hacia Turquía y Francia, aunque ningún experto ve cómo pudiera ser eso posible. Ese comportamiento puede tener dos explicaciones: Riad finge cólera para que Washington pueda continuar la guerra en Siria sin responsabilizarse con ella o la familia Saud está cometiendo un suicidio político.

La primera hipótesis parece estar en contradicción con las palabras de Bandar ante los embajadores europeos. Si estuviese jugando a favor de Estados Unidos por debajo de la mesa, el jefe de los servicios secretos sauditas tendría especial cuidado en no ponerse a predicar revoluciones a sus aliados.

La segunda hipótesis recuerda el comportamiento de los camellos, animal preferido de los beduinos sauditas. Esos cuadrúpedos tienen la reputación de alimentar sus rencores durante largos años y de ser incapaces de vivir en paz mientras no hayan logrado concretar su venganza, sea cual sea el precio a pagar por ello.

Pero Riad parece haber olvidado que la supervivencia de Arabia Saudita está en juego desde que John O. Brennan fue nombrado director de la CIA, en marzo de 2013. Brennan, quien estuvo destacado en Arabia Saudita, es un resuelto adversario del dispositivo que sus predecesores montaron en el pasado con Riad: el yihadismo internacional. Brennan estima que si bien esos elementos hicieron un buen trabajo en su momento –en Afganistán, Yugoslavia y Chechenia–, hoy se han hecho demasiado numerosos e incontrolables. Lo que empezó siendo una banda de extremistas árabes enviados a combatir contra el Ejército Rojo se ha convertido con el tiempo en una constelación de grupos, presentes desde Marruecos hasta China, que hoy luchan más con la perspectiva de imponer el modelo de sociedad saudita que para vencer a los adversarios de Estados Unidos.

Ya en 2001, Estados Unidos había planeado liquidar al-Qaeda atribuyéndole los atentados del 11 de septiembre. Pero, con el asesinato oficial de Osama ben Laden en mayo de 2011, Washington prefirió rehabilitar esa red y la utilizó profusamente en Libia y en Siria. Sin al-Qaeda nunca hubiese sido posible el derrocamiento de Muammar el-Kadhafi, como ha quedado demostrado con la llegada de Abdelhakim Belhaj –ex número 2 de al-Qaeda en Libia– al cargo de gobernador militar de Trípoli. Según la visión de Brennan, es necesario reducir el yihadismo a su mínima expresión y conservarlo únicamente para su uso como fuerza de apoyo de la CIA en ciertas circunstancias.

El yihadismo no sólo es la única fuerza efectiva de Arabia Saudita, cuyo ejército se divide en dos unidades que obedecen cada una a uno de los clanes de la familia Saud, sino que además se ha convertido en la única razón de ser del reino en la medida en que Washington ya no necesita a Arabia Saudita para que le garantice el petróleo ni tampoco para que predique la causa de la paz con Israel. Lo anterior explica el regreso del Pentágono al viejo plan de los neoconservadores: «Expulsar de Arabia a los Saud», según el título de un PowerPoint proyectado en julio de 2002 a los miembros del Consejo Político del Departamento de Defensa. Ese proyecto prevé el desmantelamiento de Arabia Saudita en 5 zonas, 3 de las cuales estarían llamadas a convertirse en Estados independientes entre sí mientras que las otras 2 pasarían a formar parte de otros países.

Al optar por probar fuerza con Estados Unidos, la familia Saud no deja opción a los estadounidenses. Es poco probable que Washington permita que unos cuantos beduinos adinerados le digan lo que tiene que hacer, lo cual hace muy previsible que decida meterlos en cintura. En 1975, Washington no vaciló en ordenar el asesinato del rey Faisal. Esta vez, es muy probable que actúe de forma aún más radical.