martes, 20 de diciembre de 2016

Los Papiros de Herculano: una antigua biblioteca recuperada de las cenizas del Vesubio


La Villa de los Papiros es el nombre que recibe una vivienda privada que fue descubierta en la antigua ciudad romana de Herculano. Esta ciudad, junto con la cercana Pompeya, es tristemente famosa por su destrucción provocada por la erupción del Vesubio en el 79 d. C. A causa de este desastre natural, los edificios de estas ciudades se conservaron bajo una gruesa capa de ceniza volcánica. 

© Public Domain / Sailko /CC BY 3.0
Fresco en el que se observa a un joven leyendo uno de los papiros de Herculano. Fondo: Fresco romano de la Villa de los Papiros (Herculano).La fisonomía de la Villa de los Papiros 

Uno de estos edificios era la Villa de los Papiros, llamada así por el descubrimiento en la vivienda de una biblioteca que albergaba unos 1.800 papiros (conocidos en la actualidad como los 'Papiros de Herculano') y que quedaron carbonizados debido a la erupción del Vesubio. 

© Public Domain
Imaginativa ilustración de la ciudad de Herculano realizada en 1859.Los investigadores creen que la Villa de los Papiros perteneció a Lucio Calpurnio Piso Cesonino, suegro de Julio César. Esta villa se encuentra en el sector noroccidental de Herculano, sobre una de las laderas del volcán, dominando el Golfo de Nápoles. Construida en terrazas sucesivas que llegaban hasta el mar, la villa era una gran construcción que cubría una superficie de 30.000 pies cuadrados (2.787 metros cuadrados). La fachada principal de la villa se extendía a lo largo de más de 250 metros y ofrecía a sus habitantes una excelente panorámica del Golfo de Nápoles. La villa incluía dos peristilos, una piscina, jardines y estancias para recepciones y para la vida cotidiana. 

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Ruinas de la Villa de los Papiros en Herculano. (Erik Anderson/CC BY SA 3.0)
Redescubriendo la Villa 

No fue hasta el siglo XVIII que se encontró la villa. En el año 1709, la ciudad de Herculano fue redescubierta cuando unos obreros que estaban cavando un pozo en la ciudad de Resina se toparon con el nivel superior del teatro de la antigua ciudad. Las excavaciones dieron comienzo gracias a una iniciativa de los Borbones, quienes también financiaron los trabajos. En el año 1750 fue descubierta la Villa de los Papiros, y muy pronto se iniciaron nuevas excavaciones bajo la dirección de Karl Weber, arquitecto e ingeniero suizo. 

© Public Domain)
Plano de la Villa de los Papiros (Herculano) realizado por el arquitecto e ingeniero suizo Karl Weber.Una biblioteca muy especial 

Dos años más tarde, en octubre de 1752, fue descubierta la biblioteca de la villa, y en su interior vio la luz el primero de los depósitos de papiros. Con unos 1.800 papiros, la colección de esta biblioteca es relativamente pequeña. Aun así, es la única biblioteca conocida del mundo clásico que ha llegado hasta nosotros. 

De este modo, la biblioteca adquirió una gran importancia a ojos de arqueólogos y clasicistas. La exposición a los gases y cenizas volcánicos provocó que los papiros quedaran carbonizados, convirtiéndose en bloques chamuscados de forma cilíndrica. De hecho, en un primer momento se pensó que los papiros eran trozos de carbón o troncos quemados, y su valor no fue reconocido hasta más tarde. La carbonización conservó los papiros de manera efectiva, aunque al mismo tiempo hizo que resultara extremadamente difícil desenrollarlos. 

© The Friends of Herculaneum Society
Papiro de Herculano 1428: Filodemo, ‘De la piedad’.Da comienzo una difícil labor 

A lo largo de la historia se ha intentado leer el contenido de estos papiros de formas muy diversas. Algunos de ellos fueron abiertos sin contemplaciones con un cuchillo de carnicero, mientras que otros se desenrollaron cuidadosamente. No hace falta decir que los antiguos escritos salieron mal parados de estas intervenciones. El monje piarista Antonio Piaggio llegó incluso a inventar una "máquina de desenrollar" específicamente diseñada para poder leer estos papiros. Aunque se consiguió desenrollar estos antiguos escritos gracias a la máquina de Piaggio, continuaban siendo muy frágiles y el proceso llevó mucho tiempo. Se tardó cuatro años en descifrar el primer papiro. 

No obstante, se estaban realizando progresos, y en 1790 se empezaron a publicar extractos del contenido de esta antigua biblioteca. A lo largo de los dos siglos siguientes se habían desarrollado diversas técnicas con la esperanza de poder acceder al contenido de los papiros. Algunos de los esfuerzos más recientes por desentrañar estos papiros se han llevado a cabo con medios digitales, más que físicos. En este sentido se han utilizado métodos como rayos X, fotografía digital y microscopía. 


Sin embargo, aún resulta muy difícil visualizar lo que está escrito sobre la superficie de los papiros. El problema principal estriba en que la tinta y el papiro son físicamente similares, ya que los romanos empleaban una tinta a base de carbón vegetal extraído de los hornos de leña. En otras palabras, no es fácil diferenciar la escritura del propio papiro carbonizado.

Wu Mingren

mie, 07 dic 2016 11:12 UTC

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