jueves, 7 de enero de 2016

Mas se enroca: no dimite y convocará el lunes elecciones si no hay un acuerdo 'in extremis' con la CUP

El candidato de Junts Pel Sí a la presidencia de Cataluña responsabiliza a la CUP del fracaso en las negociaciones y se mantiene en su decisión de no dar un paso al lado que permita la creación de un Gobierno. 

Artur Mas se enroca en la candidatura - Foto EFE

Artur Mas, salvo giro radical de la situación, convocará elecciones el próximo lunes, éstas serán las cuatro elecciones autonómicas en Cataluña en más de cinco años. Llegar a esa situación ha sido el final de un proceso de tres meses de negociaciones entre Junts Pel Sí, la coalición que dirigía Mas, y la CUP, un grupo antisistema que consiguió diez parlamentarios –claves para que saliesen las cuentas independentistas- en las elecciones de septiembre. El presidente catalán se lamenta de haber llegado a una situación en la que el bloqueo es infranqueable y apunta a la formación izquierdista como única culpable de este desenlace. Él no se plantea dar un paso al lado.

"Hemos tenido toda la paciencia del mundo, ha habido más paciencia que la de Job en términos bíblicos. No se ha escatimado ni una sola reunión. La actitud ha sido absolutamente positiva y por eso quiero recordar las concesiones de Junt Pel Sí para la investidura. Se hizo la declaración de inicio del proceso, fue polémico pero se hizo. Se propuso una estructura de Gobierno en la que la presidencia fuese más compartida con otros miembros, que se sometiera a una moción de confianza a los diez meses. Se negoció una hoja de ruta para construir el estado de Cataluña sabiendo que no se había superado el 50% de los votos, pero sí la mayoría absoluta de escaños y el inicio de un proceso constituyente. Se propuso un plan de choque ambicioso dentro de las posibilidades económicas de Cataluña, que son las que son", enumeró Mas al hablar de la oferta hecha por su partido a la CUP.
"Quiero reconocer un error mío y de Junts Pel Sí: haber confiado en el sentido de país de la CUP", dijo Mas

Pero, a pesar de todo, no ha sido suficiente. "La CUP no se ha movido en el único tema que no es importante, el quién. Todo el mundo dice que eso no es importante, pero lo han convertido en importante, en el cómo, en el cuándo y en el por qué podríamos haber llegado a un acuerdo, prueba de ello es que el 50% de la CUP y gente como Antonio Baño así lo ven", cuenta Mas que recalca que el acuerdo ha estado cerca, pues en la Asamblea de los antisistema en Sabadell se dio un empate: "Ha habido mucha gente en la CUP que se ha movido y ha entendido que nos encontramos en un momento trascendente y que la propuesta que se hacía era potente, de no ser así no se hubiese movido un 50% de la gente de la CUP".

La decisión final de la CUP, de la mitad de la formación para Mas, es una decisión históricamente errónea según el dirigente de Junts Pel Sí. "Quiero reconocer un error mío y de Junts Pel Sí, que es haber confiado en el sentido de país de la CUP. Con lo que nos estábamos jugando confiamos que la CUP tendría sentido de país y que los tres meses de negociación eran el peaje obligado para interpretar bien las cláusulas y las condiciones", proclama el presidente catalán en funciones que habla de "un error de proporciones gigantes". "No sé si se dan cuenta de la magnitud del error. No van a admitir que convertir Cataluña en un estado supone sumar y no restar, votar y no vetar. Ese es el error de la CUP. Construir lo que estamos construyendo en Cataluña, un estado independiente", dijo Mas.

La híper revolución de la CUP

El dirigente quiso mostrar que la CUP estaba intentando imponerse con solo diez diputados, y lo que eso suponía en todo este proceso. "El otro error que creo que la CUP está cometiendo, y no es menor, es pensar que la revolución que quieren hacer, que es legítima y yo estoy en contra, la pueden hacer con cinco diputados en el Parlament. Su propio sentido de la realidad les debería de apartar de esa decisión", desgranó Mas que en varias ocasiones denominó como "hiperrevolución" lo que quiere la formación izquierdista, con el problema que eso supone para buena parte de la población que no comulga con esas ideas.

"Mi obsesión ha sido poner a trabajar juntas a personas muy diferentes, porque es la única manera de construir la soberanía de Cataluña de ejercerla. Hacerlo obligaba a trabajar juntas a personas muy diferentes. Nada más así podía triunfar el estado catalán. Eso supone incluir a las clases medias y populares, no solo la súper izquierda, y eso es lo que quiere la CUP, imponer sus ideas desde la minoría". Es decir, la independencia pasaba por la unión de los secesionistas, un extremo que, para Mas, no se ha dado en absoluto por culpa de la formación izquierdista.

Mas, para finalizar, se dio tiempo hasta el domingo para que cambie todo. Aunque él mismo lo ve improbable.

http://vozpopuli.com/actualidad/73944-mas-se-enroca-no-dimite-y-convocara-el-lunes-elecciones-si-no-hay-un-acuerdo-in-extremis-con-la-cup


'Operación Colau' y reforma del artículo 92: la hoja de ruta de Podemos para el referéndum en Cataluña


Si la plataforma de Ada Colau se consolida como primera fuerza, podría arrastrar a un acuerdo, antes o después de unos nuevos comicios catalanes, a ERC y la CUP. Esta alianza llevaría desde el Parlament al Congreso la celebración de una “consulta pactada” previa reforma de la Constitución. De explorar este horizonte trataron la dirección de Pablo Iglesias y los diputados de En Comú Podem en una reunión mantenida en Madrid.


Con un escenario más que probable de nuevas elecciones autonómicas en Cataluña y también generales en primavera, la hoja de ruta que manejaPodemos para abordar la cuestión catalana pivota sobre dos ejes fundamentales e interconectados: la bautizada como Operación Colau y la celebración de una “consulta pactada” previa reforma de la Constitución. De explorar este horizonte trataron la dirección de Pablo Iglesias y los diputados de En Comú Podem en una reunión mantenida en la tarde del lunes en Madrid, según las fuentes internas consultadas.

Desde Barcelona en Comú, que comparte coalición con Podemos, ICV-EUiA y Equo, creen que hasta la convocatoria formal de nuevas elecciones en Cataluña no puede abrirse una reflexión sobre quién sería su mejor candidato a la Generalitat. Sin embargo, ya hay un nombre que va cobrando fuerza entre bambalinas, el de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. El propio portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Xavier Domènech, ha señalado que ve a Colau “protagonizando cambios a todos los niveles posibles”. “La proyección de Ada va mucho allá de Barcelona y de Cataluña. Se proyecta también hacia Europa y puede hacer fantásticamente bien todo lo que se proponga”, ha afirmado Domènech.

Es la “gran coalición” de la que se ya se habla en movimientos sociales e iniciativas municipalistas de Cataluña

En Comú Podem fue la candidatura más votada en Cataluña el 20-D, logrando 12 de los 47 escaños en liza, en lo que ha sido interpretado como la asunción de un mandato ciudadano para que solucione el problema soberanista frente al previsible fracaso de Junts Pel Sí (CDC y ERC) en su plan secesionista, totalmente al margen del Estado. En cambio, En Comú Podem promueve un referéndum “vinculante en Cataluña” pero dentro de los cauces que abriría una reforma de la Constitución. Si la plataforma de Colau sigue con su tendencia al alza en las encuestas y se consolida como primera fuerza en esta comunidad, podría arrastrar a un acuerdo, antes o después de los nuevos comicios catalanes, a ERC y la CUP, que verían aquí, más allá de la desobediencia, el único clavo ardiendo al que agarrarse para que el proceso soberanista no terminara descarrilando. Es la “gran coalición” de la que se ya se habla en movimientos sociales e iniciativas municipalistas de Cataluña.

Se da la circunstancia, además, de que la segunda pata del itinerario trazado por Podemos, la reforma del artículo 92 de la Constitución, necesitaría inexorablemente una fuerte alianza en el Parlament, es decir, que En Comú Podem, ERC y la CUP sumaran, al menos, dos tercios de la Cámara catalana. Es lo que haría falta para elevar al Congreso de los Diputados desde el Parlament una propuesta de celebración de referéndum legal en Cataluña, según el llamado plan Caamaño que maneja el partido de Iglesias.

El secretario general de Podemos hizo alusión el domingo a la idea defendida por el exministro de Justicia Francisco Caamaño y que consiste en promover un referéndum previa reforma del artículo 92 de la Carta Magna. Iglesias ha asumido este planteamiento del que fuera negociador del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en el Estatuto catalán y lo ha esgrimido para incidir en la existencia, a su juicio, de “dos almas” en el PSOE. En realidad, Ferraz nunca abrazó este esbozo de Caamaño y sólo elPSC, partido hermano del anterior, intentó avanzar por este camino (“reforma de la Constitución para alcanzar un Estado federal”) en su programa electoral (“un referéndum para que los catalanes y las catalanas dedican”) de las autonómicas de 2012.

En la etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario general del PSOE, el entonces jefe de la oposición no fue más allá de proponer una ponencia constitucional en el Congreso, “con todos los grupos parlamentarios y las comunidades autónomas”, para reformar la Carta Magna en un sentido federal y resolver sí al problema soberanista. Esa reforma incluía el reconocimiento de la “realidad nacional” catalana, blindaje de lengua y cultura y solución al pacto fiscal. Además, dejaba la puerta abierta a consensuar otras cuestiones. Rubalcaba planteó que, una vez concluidas las negociaciones, se aprovechara la convocatoria de las siguientes elecciones generales para someter esa reforma constitucional a referéndum, lógicamente de todos los españoles. Sin embargo, esta iniciativa ha sido aparcada por Pedro Sánchez.

Por el procedimiento ordinario

En cambio, el plan Caamaño, el que ahora quiere seguir Podemos, apuesta por la vía simple o ordinaria, es decir, no requiere el procedimiento agravado. Según declaró el exministro en una entrevista en Infolibrey como también recoge en su libro Democracia federal (Turpial), “sería bueno pactar con Cataluña una reforma del artículo 92 para abrir la posibilidad de que se pueda celebrar un referéndum” y mientras tanto regular también una Ley de Referéndum que recogería esa nueva modalidad de consulta. Esa revisión del artículo 92 necesitaría como mínimo dos tercios del Congreso y mayoría absoluta del Senado, algo inviable a día de hoy por la representación conseguida por el PP en ambas cámaras el pasado 20 de diciembre. De ahí que Podemos sea partidario de unas nuevas elecciones generales en primavera, que podrían traer otra distribución de fuerzas más acorde a sus intereses.

Asimismo, Caamaño sostiene que sólo se podría llevar a cabo esa consulta “cuando por dos veces seguidas el Parlament con una mayoría de dos tercios así lo pida”. Aquí, como se ha dicho arriba, sería fundamental para Podemos el liderazgo de Ada Colau para tejer alianzas. Si el texto prospera con ese apoyo en la Cámara catalana, habría entonces “un debate de política general en el Congreso, y si existe una mayoría absoluta favorable (del Pleno) a esa consulta entonces el presidente del Gobierno estará obligado a convocar” el referéndum.

No obstante, Caamaño siempre matiza que sería una consulta para “valorar el nivel de satisfacción dentro de España”, pero nunca permitiría a sus impulsores, aunque saliese el 'sí' a la independencia, irse unilateralmente, sino “abrir un proceso de negociación con las autoridades del Estado”. Podemos también mantiene que no está a favor de la independencia y que haría campaña a favor del 'no' en una hipotética consulta pactada.

La propia alcaldesa ha querido esta mañana afrontar el asunto y ha lanzado tres tuits en su perfil de Twitter, en los que, tras recordar que ella es alcaldesa de Barcelona y que no ve la alcaldía como un paso instrumental, afirma que si hubiera nuevas elecciones, Barcelona en Comú debería debatir el nuevo escenario que se les presenta. 

http://vozpopuli.com/actualidad/73903-operacion-colau-y-reforma-del-articulo-92-la-hoja-de-ruta-de-podemos-para-el-referendum-en-cataluna

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