domingo, 12 de julio de 2015

Palenque y el Gran Templo de las Inscripciones: Un Sitio Construido Por Un Rey

Oculto en las selvas de México son las ruinas de la gran ciudad maya de Palenque. 

Conocido por su impresionante arquitectura, en expansión templos, obras de arte y tesoros, se ha atrayendo a los exploradores, los ladrones de tumbas y arqueólogos durante siglos. 

El sitio es el hogar del Templo de las Inscripciones que alberga la tumba de uno de los más famosos líderes mayas de Paleqnue – Pakal. 

El hallazgo de su sarcófago en el siglo 20 sorprendió al mundo, y ha sido rodeada de controversia desde entonces.

DESCUBRIMIENTO DEL GRAN TEMPLO DE LAS INSCRIPCIONES

Ubicado en el estado moderno de Chiapas, México, el Templo de las Inscripciones se encuentra entre los monumentos más famosos del mundo Maya y es el más grande de Mesoamérica entró estructura piramidal. Su nombre antiguo era Lakamha (“Agua Grande”) y su nombre actual proviene de la cercana asentamiento colonial española de Santo Domingo de Palenque. La existencia de la ruina era desconocida hasta 1773 cuando fue descubierto por el explorador español Ramón de Ordoñez y Aguilar. 

Incluso entonces, Palenque fue redescubierto y perdió varias veces hasta 1841 cuando los exploradores John Lloyd Stephens y Frederick Catherwood, (considerados los pioneros de la arqueología maya), documentado y proporcionado ilustraciones de la web en su libro. Sus cuentas fueron superiores tanto en la precisión y el volumen en comparación con la pequeña cantidad que se había publicado previamente en las antiguas culturas mesoamericanas.

El Templo de las Inscripciones, Palenque, México ( Daniel Mannerich / Flickr )

LA TUMBA DEL SEÑOR PAKAL
El Templo de las Inscripciones, construido específicamente como el monumento funerario de Pakal K’inich Janaab, gobernante de Palenque en el séptimo siglo AD cuyo reinado sobre el área durado casi 70 años. La construcción de este monumento fue encargado por el propio Pakal en la última década de su vida, y fue completado por su hijo y sucesor de K’inich Kan B’alam II poco después de 683 dC. 

El sitio consiste en una estructura de “templo” que se sienta encima de una pirámide de ocho escalonada para un total de nueve niveles. En la cima de la pirámide se encuentra el templo que se compone de dos pasillos divididos por una serie de columnas, y cubierta por un techo abovedado. Tanto el templo y la pirámide tenía una gruesa capa de estuco en él y estaban pintadas de rojo, como era común durante muchos edificios mayas.

LAS TABLETAS DE JEROGLÍFICOS DE PALENQUE

Los cinco entradas en la parte delantera del edificio están rodeados por cinco pilares que llevan ambas imágenes talladas y textos jeroglíficos en escritura maya. El Templo de las Inscripciones debe su nombre a tres tabletas de jeroglíficos, conocido como el Tablet Oriente, el Tablet Central y la tableta de Occidente, en las paredes interiores del templo. Estas tabletas hacen hincapié en la idea de que los acontecimientos que sucedieron en el pasado se repetirá en la misma fecha del calendario y constituyen las inscripciones mayas segundo más largo conocido, 617 glifos. Columnas E a F marcan el inicio de un expediente de diversos eventos en la vida de Pakal, que continúa hasta que las dos últimas columnas de las tablas; éstos anuncian su muerte y nombrar Kan B’alam II como su heredero. Todas las tabletas, con exclusión de las dos últimas columnas, se completaron durante la vida de Pakal y grabar aproximadamente 180 años de historia de la ciudad desde el 4 al 12 de K’atuh.

Glifos mayas en estuco en el Museo de Sitio de Palenque, México 

EL ESPECTACULAR DESCUBRIMIENTO DEL SARCÓFAGO DE PAKAL
A pesar de que Palenque, y el Templo de las Inscripciones, habían visitado y estudiado por más de doscientos años, hubo que esperar hasta el siglo 20 para hacer un descubrimiento que cambiaría la visión del mundo de las pirámides mayas. 

En 1952, el arqueólogo Alberto Ruiz descubrió una trampa puertas en planta del Templo de las Inscripciones. Se quitó una losa de piedra en la plataforma superior sólo para descubrir una vía de paso que penetrado profundamente en la pirámide.

 Este túnel había sido bloqueado durante siglos por tierra y piedra que hacen el descenso a la estructura difícil y peligroso. Extracción del relleno tomó casi dos años, y en el proceso, se encontraron ofrendas de jade, concha y cerámica, que habló sobre la importancia del lugar. Ruiz y su equipo finalmente llegaron a una habitación subterránea donde un sarcófago de piedra de 20 toneladas fue descubierto con una tapa muy bien tallada que contiene la tumba del rey Pakal.

Cámara del sarcófago de Pakal 

La tumba en sí es notable por sus grandes sarcófago, talladas, y la escultura de estuco que decoran las paredes. El ataúd fue encontrado un bloque de piedra singular para el cuerpo de Pakal con ricos ornamentos que le acompaña, incluyendo una máscara mortuoria de jade y joyas de jade. Tenía en la mano un cubo en una mano y una esfera en la otra. Cinco esqueletos, tanto hombres como mujeres, también se encontraron en la entrada de la cripta. Interesante, la tapa del sarcófago de Pakal pesa 7 toneladas y las dimensiones del conducto en el Templo de las Inscripciones indican que no habría podido pasar a través. Esto hace que el Templo de las Inscripciones algo único y muchos creen que fue construido específicamente alrededor del sarcófago como el lugar de descanso final de Lord Pakal.

Los adornos de jade de Señor Pakal 

EL MISTERIO DE LA TAPA DEL SARCÓFAGO

El simbolismo muy discutido de la tapa del sarcófago se cree comúnmente para describir Pakal bajo la apariencia de uno de los dioses del maíz que salen de los bajos fondos con el Árbol de la Vida patrón en el fondo. En la imagen que lo cubre, Pakal se encuentra en la cima del ‘monstruo de la tierra’. Debajo de él son las fauces abiertas de un jaguar, que simboliza el Xibalbá. Por encima de él está el Pájaro Celestial, en lo alto del árbol cósmico (representado por una cruz), que, a su vez, tiene una serpiente en sus ramas. Así, en la imagen, Pakal se encuentra entre dos mundos: el cielo y el inframundo. También en el sarcófago son los ancestros de Pakal, arraigned en una línea que va de seis generaciones atrás.

Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo con esta interpretación. Una hipótesis más alternativa es que Pakal se representa el funcionamiento de un tipo de maquinaria o vehículo. Cuando está en su lado, Pakal parece no funcionar una compleja serie de controles. Los teóricos del astronauta antiguos sostienen que la representación es evidencia de visitas extraterrestres en el pasado de la Tierra.

La talla intrincada encontrado en el sarcofago

EL ‘PSICODUCTO’ CURIOSO

Una característica curiosa al Templo de las Inscripciones es un psicoducto (o tubo hueco) que se extiende desde la tumba, por los lados de las escaleras interiores al suelo del templo. Muchas teorías se han propuesto en cuanto a su propósito como ser un canal para que el espíritu de Pakal para comunicarse con sus descendientes durante sangrías rituales arriba. Con base en la observación de que durante el solsticio de invierno, el sol parece establecer en el templo, (siguiendo el camino de la escalera interior), algunos han sugerido que el conducto proporciona un camino para la puesta de sol para tomar directamente a los restos de Pakal.

UNA NUEVA COMPRENSIÓN DE LA CULTURA MAYA

El descubrimiento del Templo de las Inscripciones cambiado celebró previamente nociones sobre las pirámides mayas y la cultura Maya. Anteriormente, se creía que los mayas no construir capillas mortuorias, pero Pakal fue enterrado en el lujo y esplendor que parecía ser igual a las elaboradas tumbas del antiguo Egipto. En ninguna otra parte de América tiene una tumba como esta ha encontrado hasta la fecha.Hasta aproximadamente 2004, era posible descender la escalera y ver la tumba de cerca de Pakal, pero debido al deterioro causado por el exceso de visitantes, se ha cerrado al público. Una recreación de la cripta se encuentra en exhibición en el Museo de Palenque en México, mientras que el real todavía está sentado de forma segura en la parte inferior del Templo.

Por Bryan Colina

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