martes, 28 de julio de 2015

La plaga del siglo XXI: Todo sobre el Estado Islámico

De una rama de Al Qaeda a una verdadera plaga del siglo XXI. El violento y repentino levantamiento del Estado Islámico ha estremecido el mundo, activando alertas tanto en Oriente Medio como en los países muy alejados de la región.

El autoproclamado califato tiene armas y recursos, utiliza innovadores métodos de combate y de reclutamiento; sus soldados no saben qué es el miedo y sus objetivos ya no se limitan a Irak y Siria.

Mientras que los combatientes del Estado Islámico van ganando nuevos territorios y sembrando miedo y muerte, el mundo, horrorizado, no para de hacerse preguntas: ¿De dónde ha salido el EI? ¿Cómo ha conseguido convertirse en lo que es hoy en día? Y la pregunta principal: ¿Es posible detenerlo?

A continuación les contamos en detalle lo que sabemos sobre el Estado Islámico.

La historia de lo que hoy conocemos como el Estado Islámico se remonta al año 2004, año de nacimiento de un grupo terrorista próximo a Al Qaeda con el nombre de Yama'at al-Tawhid wal-Yihad (Comunidad del Monoteísmo y la Yihad). Dirigido por Abu Musab al Zarqaui, se formó para hacer frente a la invasión de Irak (2003) y desde entonces ha cambiado varias veces de nombre y objetivos.

En octubre de 2004 se unió oficialmente a Al Qaeda y pasó a llamarse Al Qaeda en Irak, nombre que en 2006 fue reemplazado por el del Consejo de la Shura de los Muyahidines y, más tarde auqel año, Dawlat al-'Iraq al-Islamiyya (Estado Islámico de Irak, o EII). Entonces la organización era liderada por Abu Bakr al Baghdadi y no actuaba directamente en Siria.

A mediados de 2011 uno de sus miembros, Abu Mohamad Al-Golani, fundó el Frente al-Nusra, que pasó a ser el principal actor yihadista de la guerra civil en Siria, obteniendo en particular los recursos del EII. 

Buscando mantener su influencia sobre el Frente al-Nusra y reflejar su involucración en la guerra civil siria, en abril de 2013, el EII pasó a denominarse Estado Islámico de Irak y Levante (nombre antiguo de los territorios sirios) y empezó a actuar también en este país. Sin embargo, las diferencias ideológicas y estratégicas enfrentaron a ambos grupos. Es más, los métodos y las actividades violentas de EIIL, como desmembramientos o decapitaciones, resultaron demasiado radicales, no solamente para las milicias sirias, sino también para la propia Al Qaeda. En febrero de 2014, el líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, anunció que dejaba de apoyar a EIIL y posteriormente pidió a la milicia que dejara de actuar en Siria y volviera a Irak.

Sin embargo, la ruptura no solo no detuvo al grupo terrorista, sino que le dio nueva vida: en junio de 2014, el Estado Islámico de Irak y el Levante anunció que eliminaba de su nombre la referencia geográfica y declaró que establecería un nuevo 'califato islámico', el primero desde el fin del Imperio otomano en el año 1924. El mismo día su líder, Abu Bakr al Baghdadi, fue autoproclamado 'califa' y 'líder de todos los musulmanes'. 

A medida que el grupo cobraba fuerza, crecía también la violencia de sus métodos y el alcance de sus masacres. Con especial crueldad los yihadistas, intolerantes hacia cualquier persona que no se ajuste a su ideología sunita salafista, persiguieron los yazidíes, a los que acusan de "adorar al demonio". Los hombres de esta minoría religiosa kurda fueron ejecutados sumariamente y sus mujeres convertidas en esclavas sexuales.

En marzo pasado, el grupo terrorista nigeriano Boko Haram, que fue responsable de la muerte de más de 10.000 personas en Nigeria en 2014, declaró su lealtad al Estado Islámico.

Ahora muchos expertos coinciden en que hoy en día la exrama de Al Qaeda tiene ya más poder que la propia organización de la que se escindió. 


Según los datos de la inteligencia de EE.UU., cada mes a la organización se unen al menos 1.000 voluntarios extranjeros, al margen de la movilización de la población en Irak y Siria, y hasta la fecha el número total de extranjeros supera a 16.000 personas de 80 países. De acuerdo con un exmiembro del grupo islamista, en todos los países occidentales operan divisiones clandestinas del EI, cuyo objetivo es desestabilizar la situación en los Estados europeos y organizar atentados si así se lo ordenan.

A diferencia de los demás grupos de islamistas radicales, los 'constructores del califato' de verdad quieren crear un Estado en los territorios ocupados. Cuando los combatientes del EI toman control de una ciudad, inmediatamente organizan allí una policía, una administración local y los tribunales de la sharía. 

El último 'logro' del Estado Islámico es la nueva moneda de oro propia, que tiene un valor que va desde los cinco centavos hasta los 700 dólares.

Al mismo tiempo, desde el principio el Estado Islámico se ha basado el control y la vigilancia para evitar que la organización se convierta en otra Al-Qaeda, sin una jerarquía y sin que esté claro quién manda y quién obedece.
El plan maestro del 'arquitecto del Estado Islámico'

En este sentido, llaman la atención los documentos internos secretos del Estado Islámico, obtenidos y publicados recientemente por el diario alemán 'Spiegel' que muestran que la estrategia del grupo terrorista consiste en un plan detallado para conquistar Siria y crear nada menos que un Estado de inteligencia.

Los documentos, en su mayoría escritos a mano, provienen del llamado 'arquitecto del Estado Islámico', un excoronel de la inteligencia iraquí conocido por el nombre-código de 'Haji Bakr'.

El excoronel se había unido a la organización precursora del Estado Islámico en Irak en 2004 y, posteriormente, en 2010, ayudó a Abu Bakr al Baghdadi a conseguir el liderazgo nominal del EI. En 2012 Bakr operaba junto a las fuerzas del grupo en Siria y fue asesinado en combate en 2014. 

Según 'Spiegel', los documentos revelan métodos de establecimiento de un Estado inteligente, bien organizado y altamente complejo, basado en el espionaje generalizado, la vigilancia, los asesinatos y los secuestros. Los espías del grupo fueron introducidos en el sistema administrativo y en los organismos religiosos del norte de Siria antes de que empezara la guerra contra el Gobierno. 

Los agentes debían deshacerse de las personas carismáticas que pudieran convertirse en líderes de la lucha antiyihadista. Unidades especiales del EI eliminaron a los potenciales líderes de la oposición desde el principio y solo después iniciaron los ataques a las posiciones del Ejército sirio con el apoyo de "células durmientes" armadas. 


El 'arquitecto del Estado Islámico' era muy consciente de que en una sociedad donde todo el mundo se conoce será difícil encontrar a verdugos que no duden en matar a los civiles.

Es por eso por lo que creó campos de entrenamiento donde debían reunirse los islamistas radicales de diferentes países. Después de dos meses en un campo así, los reclutas se convierten en unidades de batalla perfectas que obedecen cualquier orden del líder.

A pesar de su odio hacia Occidente, el Estado Islámico está haciendo un gran esfuerzo por reclutar a occidentales y así aumentar su influencia propagandística. Por ejemplo, tan solo durante el pasado mes de enero, unos 100 estadounidenses viajaron al extranjero presuntamente para unirse a los yihadistas en Siria e Irak, sumándose a los cerca de 4.000 occidentales que ya lo habían hecho.

'The New York Times' ha contado la historia de una joven estadounidense que ha caído víctima de los métodos de reclutamiento del EI.


Una de las innovaciones del Estado Islámico es que no controlan ni coordinan a gran escala las acciones de sus simpatizantes en Europa y EE.UU.

Es decir, animan a los habitantes de los países desarrollados a tomar la iniciativa en sus propias manos, coger un arma e ir a matar.

Un ejemplo de cómo funciona este sistema podría ser el reciente ataque contra un complejo industrial en Francia, donde un musulmán que vivió y trabajó en el país durante muchos años, decapitó a su jefe, colgó su cabeza en la verja de la fábrica y provocó una fuerte explosión que ha dejado dos heridos.


Los musulmanes de Oriente Medio no tienen califato desde el otomano (1517-1924), de orientación sunita, el cual fue abolido por Turquía en la reforma constitucional de 1926.

Hoy la mayoría de los países de Oriente Medio son seculares y no islámicos, y un musulmán devoto que quiere vivir de acuerdo con la sharía no tiene muchas opciones (Irán es una excepción, pero es chiita, mientras que el 87 por ciento de la población del mundo musulmán es sunita).

Mientras tanto, para muchos musulmanes de la región su identidad religiosa es más importante que su identidad nacional.

Además, al tomar una ciudad, los combatientes del Estado Islámico les dan la enhorabuena a los habitantes locales por la llegada de una nueva vida y prometen no ejecutar a nadie (sin razón). También reparten comida entre los pobres (sin olvidar de grabarlo), abren tiendas y servicios sociales. 

Asimismo, los insurgentes siempre están en busca de nuevas herramientas que les ayuden a expandir su influencia en Oriente Medio y ganarse el apoyo de las poblaciones locales.

Según opina Allyson Beach, especialista en energía y medio ambiente de la organización estadounidense Council on Foreign Relations, uno de los recursos que intentará explotar el grupo es el agua, un objetivo determinante de la estrategia de expansión regional del Estado Islámico, que "en caso de ser conseguido y adecuadamente mantenido podría legitimar parcialmente su gobierno o, alternativamente, ser explotado como arma".

La analista destaca que la inseguridad en el tema del agua "se extiende más allá de Irak y Siria a países socios de EE.UU. como Jordania, aumentando el riesgo de que las poblaciones, privadas de sus derechos se vuelvan hacia el EI si la organización terrorista desarrolla la capacidad de proveer recursos hídricos adecuados".

Para contrarrestar esta amenaza, la coalición de países que luchan contra el EI "debería dar prioridad a la protección de grandes presas hidroeléctricas e infraestructura de agua en las zonas bajo ocupación del EI o cercanas" y "crear alternativas viables" para aumentar el suministro del agua en Siria e Irak, sostiene Beach.

En su opinión, "el retraso de esta acción pone barreras añadidas a la estrategia de la coalición para derrotar al Estado Islámico", ya que, según ha afirmado uno de los residentes de Mosul, "si [el EI] consiguiera mantener los servicios, la gente lo apoyaría hasta el último segundo".


Aparte de las pérdidas humanas, el Estado Islámico ya ha causado pérdidas irreparables para el patrimonio histórico y cultural de la humanidad.

Casi 2.500 iglesias, mezquitas y monumentos de Siria e Irak o las antiguas ciudades de Hatra y Nimrud son solo algunos ejemplos de las maravillas destrozadas por los 'bulldozers', mazas y explosivos de los extremistas.

"Milenios de historia han sido destrozados con martillos de ignorancia. Con cada monumento destruido la historia se olvida", lamenta al respecto Abdulameer Al-Hamdani Dafar, arqueólogo de la Universidad de Stony Brook en Nueva York.

La lógica de estas acciones es que, para el grupo terrorista, las estatuas y los monumentos son una muestra de 'shirk', es decir, representan ídolos y dioses falsos. La voz 'shirk' en el islam es equivalente a 'haram' (prohibido).

"Estas ruinas que se encuentran detrás de mí son ídolos y estatuas que la gente del pasado solía adorar en lugar de Alá. Cuando Dios nos ordena retirarlas y destruirlas, se nos hace fácil: no nos importa si cuestan millones de dólares", explicaba un yihadista en un video publicado por el Estado Islámico en febrero pasado en el que un grupo de extremistas destruye salvajemente con picos y mazas esculturas de 3.000 años de antigüedad e incalculable valor en el museo de Mosul.

Sin embargo, los terroristas se llevan algunas piezas de las ciudades históricas destruidas para venderlas posteriormente, ya que para ellos constituye una fuente de ingresos.

"Los yihadistas dicen que la imagen de un ser vivo es 'haram', pero no son aprensivos a la hora de usar estatuas para obtener ganancias financieras", recuerda el ministro de Turismo y Patrimonio Histórico de Irak Adel Al-Fahad Shershab.

Coalición internacional encabezada por EE.UU.

La coalición internacional liderada por EE.UU. empezó la campaña de bombardeos contra las posiciones del EI el 8 de agosto de 2014. 

En septiembre del mismo año, el presidente estadounidense se dirigió a la nación para exponer los detalles sobre la nueva estrategia militar contra el EI tanto en Irak, como en Siria, que pasa por el lanzamiento de ataques aéreos "sistemáticos" contra terroristas y el aumento de especialistas militares estadounidenses enviados a Irak para apoyar a las tropas iraquíes en cuestiones de adiestramiento militar, inteligencia y equipamento. El Ejército estadounidense no participa en ofensivas terrestres contra el EI.

Desde agosto, la coalición ha realizado más de 2.200 bombardeos contra las zonas controladas por los extremistas en Irak. También ha llevado a cabo ofensivas en Siria. Realiza un promedio de 15 ataques al día en los dos países.

En junio, el Pentágono divulgó que destina 9 millones de dólares diarios a la lucha contra el Estado Islámico en Irak y Siria. Sin embargo, esta cifra no ha impedido la expansión territorial del EI, que se apoderó de una serie de ciudades clave en Irak y, en parte, también en Siria.

Además, los críticos acusan a la coalición de poca eficacia y de causar bajas civiles durante los bombardeos.

Según afirma el presidente del Instituto ruso de Oriente Próximo, Yevgueni Satanovski, en el semanario 'VPK', la coalición existente "no tiene ninguna posibilidad de éxito" por dos razones: porque la coalición no está conformada por varios países importantes, y porque los países de la coalición, sobre todo EE.UU., anteponen sus propios intereses a la causa común.
Fuerzas kurdas

Los kurdos desempeñan un papel esencial en la lucha contra la organización terrorista. Recientemente, los militares de la Región Autónoma del Kurdistán iraquí recuperaron una parte considerable de su territorio ocupado por el Estado Islámico y anunciaron que aspiran a convertir el citado territorio en un Estado independiente, "aunque EE.UU. no lo acepte".

Por su parte, las fuerzas kurdas en el norte de Siria, apoyadas por EE.UU. desde el aire, también han recuperado una parte importante de su territorio, expulsando al Estado Islámico hacia Raqqa, su capital de facto.

Las victorias kurdas han reducido el territorio controlado por el EI, probando que el grupo yihadista no es invencible, pese a los impactantes éxitos militares que ha tenido recientemente.

Merece especial atención la participación de las mujeres en las filas kurdas. Y es que los milicianos del Estado Islámico creen que si mueren en combate a manos de una mujer, sus almas arderán en el infierno, al contrario de lo que sucedería si caen a manos de un hombre.

Teniendo en cuenta esto, los kurdos forman batallones femeninos para atormentarlos y hacerlos retroceder, un ejemplo de lo cual son las YPJ, la sección femenina de las Unidades kurdas de Protección Popular (YPG).

Desafiando al Estado Islámico con el poder de la músicaLa estrella kurda de música 'pop' Helan Abdulla, cuyo nombre artístico es Helly Luv, nació en Irán y se crió en Finlandia antes de mudarse a Los Ángeles para lanzar su carrera artística. 

La cantante, de 26 años de edad, está tratando de contrarrestar el amplio uso de diferentes medios sociales por parte del Estado Islámico y conseguir, con su música y vídeos 'revolucionarios', apoyo mundial para la causa kurda en su lucha contra el grupo terrorista. 

Así, recientemente filmó un video desafiante para su nueva canción 'Revolution', en el que dispara el cañón de un tanque contra los combatientes yihadistas en Irak. 

La grabación, que muestra a la artista fuertemente armada, fue realizada en el pueblo abandonado de Khazer, ubicado cerca de Mosul, donde actualmente la milicia kurda está luchando contra el grupo terrorista. 

En el video la cantante escribe la palabra 'revolution' en un proyectil de tanque con un lápiz labial rojo antes de subir al vehículo militar y abrir fuego. Abdulla dijo que hizo el video para destacar la lucha del pueblo kurdo. 

"No tenía mucho miedo. He sacrificado todo por esto", dijo Abdulla, citada por la cadena Sky News. Según sus palabras, lo más importante es transmitir al mundo el mensaje de que el Estado Islámico "no es solo enemigo de los kurdos, sino que es enemigo del mundo". 

En varias ocasiones Abdulla recibió amenazas de muerte de los yihadistas. El año pasado, después de ser incluida en la lista de las personas más buscadas por el Estado Islámico por sus actividades, la joven tuvo que pasar tres meses en la clandestinidad. 

El Ejército iraquí

De momento, las fuerzas armadas del Gobierno de Irak se han mostrado como una de las partes débiles del conflicto.

Con la disolución del Ejército de Husein en 2003, las Fuerzas Armadas del país perdieron a la cúpula y los jefes militares experimentados en conflictos previos.

Además, en medio de los escándalos de corrupción y favoritismo durante el mandato del exprimer ministro Nuri al Maliki se reveló la existencia de 50.000 'soldados fantasmas' que no sirven o no existen, pero que son financiados.

Estos factores permitieron al EI avanzar rápidamente en Irak, robar millones de dólares e incautarse de toneladas de material bélico dejado por EE.UU., incluidos lanzagranadas, carros de asalto y vehículos blindados. 

El Ejército sirio

El Ejército sirio tampoco tiene mucha suerte en la lucha contra el grupo terrorista. Su última gran pérdida es, sin duda, la antigua ciudad siria de Palmira, incluida en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. 

El Estado Islámico se apoderó de la ciudad en mayo, dando pie a temores de que correrá la misma suerte que los sitios arqueológicos de Hatra y Nimrud, ubicados en Irak. A pocos días del asalto a Palmira, el EI asesinó, según varias fuentes, entre 200 y 400 personas. 
El Ejército Libre Sirio


En mayo, el secretario de Defensa de EE.UU. Ashton Carter confirmó que el Pentágono empezó a entrenar a los rebeldes sirios para luchar contra el Estado Islámico. El proyecto pretende asesorar a más de 15.000 combatientes en tres años. 

El plan consiste en que al regresar a sus lugares de origen los opositores sean capaces de resistir al EI. Al mismo tiempo, fuentes del Pentágono admiten que algunos de los grupos entrenados podrían aplicar sus conocimientos contra el régimen del presidente sirio Bashar al Assad

Las milicias chiitas e Irán

Aunque no participa en la coalición, Irán sí ayuda a detener el avance del EI. De hecho, el mayor general iraní Qassem Soleimani, a cargo de las actividades paramilitares de Teherán en Oriente Próximo, opina que EE.UU. y otros países han fracasado en la lucha contra el Estado Islámico, mientras que únicamente Teherán está comprometido con esta causa.

"Actualmente en la lucha contra este fenómeno peligroso nadie está presente excepto Irán", dijo Soleimani, comandante de las fuerzas de élite Quds y responsable de proteger los intereses del país en el extranjero en declaraciones recogidas por la agencia iraní Tasnim.

En gran parte debido a la ayuda iraní, las milicias chiitas en Irak han comenzado a obtener éxitos en su enfrentamiento con el Estado Islámico. Teherán comenzó a intervenir fuertemente en la guerra contra los terroristas respaldando, organizando y armando a las milicias chiitas.

Las zonas chiitas de Irak proporcionan un refugio seguro contra la violencia que se ha apoderado del resto de Irak y representa una buena base de operaciones para los soldados iraquíes y las milicias chiitas con vistas a comenzar el avance en el territorio controlado por el EI.


El Estado Islámico ya se considera la organización terrorista más rica del mundo. Pero, ¿de dónde consigue el dinero este grupo yihadista?

Tras el asedio de Mosul, la segunda ciudad de Irak, el Estado Islámico se convirtió en la organización terrorista más adinerada del mundo, superando a Al Qaeda. Allí, los insurgentes se apoderaron de enormes cantidades de dinero en efectivo y lingotes de oro de algunos bancos. En total, se hicieron con 500 millones de dinares (unos 429 millones de dólares). 

Las autoridades iraquíes estiman que los fondos de financiación del grupo alcanzan ya los 2.000 millones de dólares. Sin embargo, todavía se desconoce exactamente de dónde procede esa desorbitada suma. 

El petróleo 

Las principales ganancias del movimiento extremista llegan de la venta en el mercado negro del petróleo de los pozos que el EI ha capturado en Irak y Siria.

El crudo obtenido por el EI se vende en el mercado negro de los países adyacentes.

"Compramos un camión cisterna de 26 a 28 toneladas por 4.200 dólares. Lo vendemos en Jordania por 15.000 dólares. Cada traficante maneja ocho cisternas por semana de media", contó a 'The Guardian' Sami Jalaf, un traficante petrolero y exagente de inteligencia durante el régimen de Sadam Husein. 

Según él, por cruzar cada paso fronterizo se paga a los corruptos guardafronteras 650 dólares. 

El analista del sector energético Robin Mills afirma que si el grupo yihadista logra controlar los territorios en los que las milicias están avanzando, los ingresos podrían ascender hasta los 3 millones diarios y alcanzar los 100 millones de dólares al mes. 
Arabia Saudita

Según el canal alemán Deutsche Welle, el Gobierno iraquí, dominado por chiitas, acusa a Arabia Saudita de apoyar a los yihadistas del Estado Islámico. 

Arabia Saudita "es responsable de la ayuda financiera y moral que reciben los grupos insurgentes", señaló hace dos meses el primer ministro de Irak, Nuri al Maliki. Como era de esperar, EE.UU., el aliado más importante de Arabia Saudita, rechazó las acusaciones lanzadas por el jefe de Gobierno iraquí. 

Para Günter Meyer, director del Centro para la Investigación sobre el Mundo Árabe de la Universidad de Maguncia (Alemania), resulta obvio quién financia a estos radicales. 

"La fuente más importante de financiación del Estado Islámico hasta la fecha proviene de los países del golfo Pérsico, sobre todo de Arabia Saudita, pero también de Catar, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos", explicó Meyer, que agregó que su motivación inicial era apoyar la lucha contra el Gobierno del presidente sirio Bashar al Assad. 
Extorsión 

Según Charles Lister, investigador visitante del Centro Brooking de Doha (Catar), se sospecha que la organización recauda impuestos en las zonas que controla. 

"La extorsión afecta a pequeñas y grandes compañías, empresas de construcción, y si los rumores son ciertos, incluso a representantes de gobiernos locales", recalcó Lister a Deutsche Welle. 
Dinero para la yihad 

Con el dinero que robó en Mosul, el Estado Islámico puede financiar sin dificultades la yihad, opina el bloguero británico Eliot Higgins, más conocido como Brown Moses. 

"Con 429 millones de dólares, el Estado Islámico podría reclutar a 60.000 combatientes y pagarles 600 dólares al mes durante un año entero", escribió Higgins en su cuenta de Twitter. 

Además, con este poder económico, el grupo puede adquirir fácilmente armas de alta calidad en el mercado internacional, subrayó Meyer. 


En una reciente entrevista concedida a RT, el exministro de Defensa de Israel Ehud Barak afirmó que el EI "no es fuerte" y que las fuerzas del autodenominado califato podrían ser derrotadas totalmente "en dos días". 

"Creo que el Estado Islámico tiene éxito porque no se enfrenta a un esfuerzo coherente y coordinado para destruirlo. Técnicamente, no son fuertes. Son unas 30.000 o 40.000 personas. Sus vehículos son camionetas Toyota equipadas con ametralladoras", afirmó Ehud Barak.

Muchos expertos están de acuerdo con el exministro de Defensa israelí en que el esfuerzo y la estrategia actuales de los países que luchan contra el Estado Islámico no son coherentes ni suficientes. Sin embargo, la gran mayoría coincide en que combatir al grupo terrorista no es una tarea fácil.

El levantamiento isurgente y violento del Estado Islámico se propaga por la región sembrando miedo y muerte.

Tiene dinero, armamento y una ideología arraigada, paga muy bien a sus combatientes, explota los agravios sufridos por la comunidad sunita en Irak y Siria y está creando, según los expertos, una nueva generación de monstruos "adoctrinados y radicalizados" en los territorios ocupados de Oriente Medio.

Mientras tanto, Occidente no quiere cooperar con Bashar al Assad, y Bagdad está impidiendo el suministro de armas a los combatientes kurdos, aunque el propio Ejército iraquí no se encuentra en condiciones de derrotar a los insurgentes.

Además, según afirma el académico del Departamento de Estudios de Defensa de la universidad londinense King's College, William Park, en un artículo publicado en el diario británico 'The Telegraph', el Estado Islámico no es una organización con cortafuegos, sino más bien la extensión de un radicalismo islámico que se puede encontrar en Al Qaeda, los talibanes, la inteligencia pakistaní, las calles de las ciudades europeas e incluso los Hermanos Musulmanes.

En la elaboración de este artículo se han utilizado los archivos multimedia de RT, Reuters 
Preparado por María Lekant, Iván Sérbinov

Publicado: 28 jul 2015 14:15 GMT | Última actualización: 28 jul 2015 20:01 GMT
http://actualidad.rt.com/actualidad/181298-ei-estado-islamico-terrorismo

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