domingo, 21 de junio de 2015

Noé y el nuevo pacto con el Género Humano


Según el relato del Génesis 7, Noé fue el único varón hallado justo de toda la generación contemporánea a él, puesto que los demás, estaban sumidos en el pecado y por su culpa la tierra “se hallaba llena de violencia”.


Noé fue hijo de Lamec. Lamec, a su vez, fue hijo de Matusalén, conocido por ser el ser humano que muere con más edad de los citados en toda la Biblia (969 años); el cual es hijo a su vez de Enoc, quien, según una tradición posterior, profetizó sobre la llegada del Mesías y escribió sus visiones. (Libro de Enoc). Noé fue padre deSem, Cam y Jafet, con los cuales, según la Biblia, se repobló toda la Tierra (Génesis 10). Murió 350 años después del diluvio, a la edad de 950 años.

La ira de Jahvé

Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: “Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de hecho.” (Génesis 6). Dios, hastiado de la perversión humana, le dijo a Noé:“Voy a arrojar sobre la Tierra undiluvio, contigo haré yo mi alianza; construye un arca (embarcación) y mete en ella a tu familia y a una pareja de animales de cada especie.

Noé advirtió a sus contemporáneos del peligro que los amenazaba, pero no le hicieron caso; Génesis 6:3:.“Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; más serán sus días ciento veinte años”. Dios establece así este limite en la expectativa de vida del ser humano (120 años).

Noé no tenía conocimientos ni las herramientas para construir un barco, pero Jehová le suministra estos elementos y el barco se construye en unos 40 o 50 años. Mientras Noé y su familia construían el Arca, los vecinos y habitantes se mofaban de su empresa de construir un navío en pleno desierto de Ararat (el pico más alto de Turquía). El diluvio comenzó el año 600 de la vida de Noé, y tuvo una duración de cuarenta días con sus noches respectivas, durante los cuales toda la Tierra llegó a estar bajo las aguas, destruyendo todo rastro de vida humana y animal, exceptuando a los que Noé y su familia subieron al arca.

Noé envió una paloma, para comprobar el estado de retiro de aguas de la Tierra. Siete días después el patriarca volvió a enviar la paloma, la cual no regresó, dando a entender que la inundación había cesado. La Tierra se secó, y a pesar de su deseo por abandonar el arca, Noé y su familia esperaron un mes más, hasta que el Señor les ordenó salir.

Nueva alianza con la especie humana

Noé, representa en la Biblia el tipo del hombre justo que se libra del castigo y se beneficia de la salvación. En medio de la iniquidad que destruye al mundo, emerge como principio de una humanidad nueva lo que podría significar una prefiguración de Cristo. Gracias a su justicia logra escapar de la ruina de un mundo condenado, y reconciliar a Dios con la Tierra y sus habitantes. Esta reconciliación implica una alianza de amplitud universal, a través de los descendientes de Noé .

Noé en el Nuevo Testamento

La Carta a los hebreos lo presenta como el testigo de la fe frente a la incredulidad; el justo que creyó con la sola garantía de la palabra de Dios (Hebreos 11:7). Cuando Noé fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, preparó con temor el arca en que su casa se salvase; condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.

En el Nuevo Testamento Noé es un modelo de vigilancia. Contrariamente a sus compañeros despreocupados, vivió en la espera de un juicio de Dios. Mateo 24:37: Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.

En las cartas de Pedro aparece Noé bajo aspectos nuevos. Es justo y también representante de la justicia divina que anuncia a los hombres la inminencia del juicio (2º Pedro 2:5).

Los que en otro tiempo desobedecieron, desafiando la paciencia de Dios, cuando Noé preparaba el arca, pocas personas fueron salvadas por agua (concretamente ocho).
Los hijos de Noé y la nueva humanidad

Los hijos de Noé fueron los progenitores de una nueva Humanidad después de la que provenía de Adán y Eva. Pero no fue una Humanidad moralmente renovada. Babel, una ciudad mesopotámica, lo demostró. 

De acuerdo con el Génesis, se trata de la primera de las cuatro ciudades del reino fundado por Nemrod, el poderoso cazador opuesto al Dios Yahveh. Según la narración, estaba situada en “una llanura en la tierra de Sinar” donde se llevó a cabo un intento frustrado de erigir una torre con altura suficiente para alcanzar el cielo: La Torre de Babel.

La inclinación del corazón humano seguiría siendo hacia el pecado. Pero Dios continuaría obrando en el curso de la Historia para la realización de su plan redentor.
Génesis 10:32: Estas son las familias de los hijos de Noé por sus descendencias, en sus naciones; y de éstos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio.

Según el teólogo alemán Franz Delitzsch: “La idea del pueblo de Dios implica mirar a todas las naciones como participantes futuras de la misma salvación, y que han de ser abrazadas con un interés de amor esperanzado, hasta entonces inaudito en el mundo antiguo”.

La maldición de Canaán

Después del Diluvio, el Génesis dice que Noé comenzó a labrar la tierra. Planta una viña, de cuyo vino se embriaga.

Cam ve la desnudez de su padre y se ríe de él, el cual al saberlo pronuncia una maldición en contra del hijo de éste, Canaán, del cual profetiza que llegará a ser esclavo de Sem y Jafet, maldición que se cumple cuando Israel (de origen semítico) somete a los Cananeos. 

Posteriormente, el propio Israel, incluyendo a los descendientes de los cananeos supervivientes, llegan a ser siervos de pueblos que nacieron de Jafet, cumpliendo así la profecía de Noé. 

Junto con eso, su piel se tornó más oscura. A través de Cam se condena a Canaán: sus cultos licenciosos, asociados a la embriaguez, se oponían a la vigilancia, cuyo modelo debía ser Noé.

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