domingo, 24 de mayo de 2015

Mas sopesa no convocar elecciones en septiembre si pierde Barcelona este domingo

Una derrota en Barcelona puede trastocar los planes de Artur Mas con respecto al proceso independentista. Si Trias es desbancado como alcalde, en septiembre no habrá autonómicas

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, en compañía de Sor Lucía Caram. (FE/TONI GARRIGA)


Se hizo esperar pero, al final, Artur Mas pidió el voto para la independencia. CiU se había hecho la promesa de que la causa independentista no podía interferir en la campaña de las municipales, pero vistas las expectativas negativas, sus dirigentes han comenzado en las últimas horas a remover las concienciasnacionales. En realidad, lo que pide Mas es el voto para él, para su proyecto, que pocos conocen en profundidad pero que parece tener su meta en la secesión. Y es que una derrota en la emblemática Barcelona puede trastocar los planes que se había hecho.

Por eso, Artur Mas no dejó ni a sol ni a sombra a Xavier Trias en los últimos días de campaña, volcándose en la agenda del candidato barcelonés. Ambos comparecieron incluso con Sor Lucía Caram, la monja cojonera que pide subliminalmente el voto para CiU: dice que ella sólo dialoga con los dirigentes políticos sean del color que sean (en realidad, en campaña sólo se la vio con la cúpula convergente) y que está “enamorada” de Artur Mas.

Con esa aparición, Trias logró por fin salir en la foto por algo original, aunque habrá que ver cómo se traduce eso en votos. De momento, existepreocupación en las filas nacionalistas porque el alcaldable no alcanza a despegarse de sus rivales. La indignada Ada Colau, de Barcelona en Comú (que engloba a ICV, Podemos y Guanyem), le pisa los talones y el socialista Jaume Collboni ha subido enteros en la carrera hacia el Ayuntamiento. Algunos sondeos le sitúan ya en tercer lugar aspirando a ocupar la segunda plaza.

Por eso, en la última jornada de campaña el presidente catalán apeló a la identidad, consciente de que el voto moderado no le basta y que ha de arañar sufragios a ERC por la banda del independentismo. “Si Barcelona nos da la espalda, no podremos salir airosos, porque es nuestra capital. No me puedo imaginar un futuro para Cataluña basado en el derecho a decidir con su capital dándonos la espalda”, atizó Mas en un acto junto al candidato Trias, a quien no abandona en un intento de captar el voto indeciso.
El alcalde de Barcelona y candidato de CiU a la reelección, Xavier Trias, junto al presidente de su formación, Artur Mas. (Efe)

El president es consciente de que, si pierde Barcelona, su proyecto se irá al garete. Es más: en algunos círculos se asegura que si Xavier Trias es desbancado como alcalde, el próximo 27 de septiembre no habrá eleccionesautonómicas (o “plebiscitarias”, como las definen los independentistas). “Es crucial tener el control de la capital. En caso de perderla, se buscará la excusa más peregrina para no convocar las elecciones de septiembre”, señala a El Confidencial una fuente cercana a Convergència.
Una situación delicada

Pero, ¿qué pasaría con sus socios republicanos, gracias a los cuales puede gobernar con su exigua minoría de 50 diputados? Es una incógnita que el propio Artur Mas ha de despejar. Algunos dirigentes convergentes son partidarios demantener el Gobierno con acuerdos puntuales con diferentes grupos de la oposición.

Sin embargo, el problema está en que el PP no está dispuesto a respaldar sus iniciativas económicas como hace tres años. Los socialistas podrían apoyar algunas cosas siempre y cuando Mas modificase sustancialmente sus prioridades. Y ERC, muy posiblemente, retiraría su apoyo en todas las cuestiones, incluidas las identitarias.

Las fuentes consultadas no ocultan su preocupación por la delicada situación en que quedaría el Gobierno porque son conscientes de que “Artur Mas no tiene el margen de maniobra que tenía hace cuatro años, cuando podía escoger compañero de viaje o incluso navegar entre varias aguas y alcanzar sólo acuerdos puntuales sobre materias diversas”. En el caso de que le fuese imposible gobernar, siempre está a tiempo de convocar elecciones cuado más le convenga (aduciendo que es en bien del “país”) y echar la culpa a sus rivales.

La candidata de Barcelona en Comú, Ada Colau, y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias. (EFE)

Ante esos negros augurios, lo que necesita Artur Mas es mantener Barcelona bajo su control para poder seguir siendo el líder del proceso. Si Barcelona cae,Artur Mas se hundirá con ella, se temen en las filas convergentes.

El candidato Trias, que comenzó huyendo de cualquier atisbo de la palabra independencia como de la peste, abraza en la recta final los postulados secesionistas. Ayer fue contundente al recordar ante Artur Mas que “Cataluña es una nación que quiere hacer, y está haciendo, un camino hacia su plenitud”. Y añadió: “El Ayuntamiento siempre estará al lado del presidente de la Generalitat y del Parlament en su camino hacia la plenitud nacional. Es un camino que no dejaremos de ninguna de las maneras”. Dirigiéndose a su jefe de filas, Trias le espetó: “President, te aseguro que acabaremos la campaña y ganaremos y sacaremos un buen resultado y lo pondremos al servicio del país”.

Para el alcaldable convergente, “en estos tres años en que ha habido un Gobierno de CiU en el Ayuntamiento y en la Generalitat, Barcelona se ha convertido en la ciudad de las personas; la capital de un país, Cataluña; y amiga del derecho a decidir y de la libertad de la nación catalana. Estas tres cosas juntas no se habían dado durante los últimos 30 años en la capital catalana”


23.05.2015 – 12:52 H.

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