miércoles, 3 de septiembre de 2014

'La nueva Atlántida': EE.UU. está perdiendo un estado

© REUTERS Lee Celano

Luisiana, uno de los estados sur de EE.UU., se está hundiendo. En los últimos 80 años más de 5.000 kilómetros cuadrados de su territorio quedaron bajo el agua, denuncian científicos.

Poco a poco Luisiana se está sumergiendo en el golfo de México. Tres expertos estadounidenses —Bob Marshall, Brian Jacobs y Al Shaw— calculan que para el año 2100 Nueva Orleans quedará cubierta completamente por el agua. Las causas varían entre el cambio climático y el factor humano, aseguran en el artículo que acaban de publicar en el portal 'ProPublica'.

El primer golpe contra el ecosistema local fue la campaña de construcción de diques destinados a remediar los desbordamientos del Mississippi lanzada en 1927. Sí, cumplió con su tarea, pero al mismo tiempo impidió el flujo continuo de sedimentos traídos por el río, que inicialmente formaron el suelo de la línea costera de Luisiana gracias a las raíces de las plantas que los 'anclaban'.

El cambio climático también contribuye. El deshielo global eleva gradualmente el nivel del océano mundial: cada año se hace 3,2 milímetros más profundo. En el caso de Luisiana, la situación es aún más grave: alrededor de Grand Isle, isla barrera en el golfo de México, el nivel del mar sube anualmente 9,2 milímetros.

Otro factor clave son las actividades industriales en la zona. A lo largo del siglo XX Luisiana se convirtió en uno de los mayores centros nacionales de extracción del gas y petróleo. Esto significó dos cosas. Primero: los gigantes energéticos excavaron miles de kilómetros de canales a través de los humedales locales para transportar su equipamiento. Estos canales permitieron que la línea costera se desmoronara y que el agua salada se filtrara en el interior, matando las plantas que 'anclaban' el suelo. Segundo: el propio suelo se habría hundido después de que empresas extrajeran el petróleo y gas de los pozos subterráneos.

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