jueves, 6 de marzo de 2014

Greenpeace “funda” un nuevo país dentro de Chile gracias a vacío legal

La agrupación ambientalista Greenpeace, anunció este miércoles la creación de una nueva República, la que se emplaza en glaciares ubicados al interior del territorio chileno, pero que no cuentan soberanía declarada.

Se trata de una campaña de concientización de la ONG, que hizo el anuncio a través de un inserto a página completa en el diario estadounidense The New York Times.

“En Chile existe un vacío en la legislación que no reconoce estas enormes masas de hielo como parte de su soberanía. Ni en la Constitución, ni en el Código de Aguas existe mención a los glaciares como bien público que debe protegerse activamente”, explicó Matías Asún, director de Greenpeace Chile.

Por lo anterior es que, aprovechando tal falencia, Greenpeace fundó República Glaciar, que pretende proteger esas zonas de la minería, con proyectos como Pascua Lama y Codelco.

“El proyecto Pascua Lama es conocido por destruir glaciares. Pero hoy aparece un peligro aún mayor: el proyecto de expansión Andina 244 de la estatal Codelco, que contempla la destrucción de 5.000 hectáreas de glaciares, afectando directamente las reservas de agua de toda la zona central de Chile”, afirma la entidad no gubernamental en su declaración.

Con ello, Greenpeace busca “que el Estado chileno reconozca los glaciares como un bien público, se comprometa con su protección a través de una ley y evite cualquier amenaza que los afecte. Cuando eso ocurra, República Glaciar y sus ciudadanos, devolverán los glaciares al Estado de Chile”, concluyó Asún.


Misterio Desconocido comenta

Greenpeace la gran mentira, un lobito con piel de oveja.

Greenpeace, la organización ecologista más famosa y, posiblemente, poderosa del mundo se financia a través de las aportaciones voluntarias que realizan anualmente sus donantes.

Según rezan sus estatutos:

“a fin de mantener su total independencia, Greenpeace no acepta dinero procedente de empresas, gobiernos o partidos políticos. Nos tomamos esto muy en serio, y controlamos y devolvemos los cheques cuando provienen de una cuenta corporativa. Dependemos de las donaciones de nuestros simpatizantes para llevar a cabo nuestras campañas no violentas para proteger el medio ambiente”.


Sin embargo, dicho lema no incluye los generosos donativos que habitualmente recibe de grandes fundaciones y organismos sin ánimo de lucro que, curiosamente, pertenecen a grandes familias y magnates vinculados al petróleo, la banca, los medios de comunicación e, incluso, la automoción.

¿Cómo es posible? ¿La ONG ambientalista por excelencia financiada con el dinero que genera algunos de los sectores productivos más contaminantes del planeta? Un buceo en profundidad por las opacas cuentas de esta organización desvela grandes secretos y, sobre todo, muchas sorpresas.

Greenpeace cuenta con múltiples filiales repartidas por todo el mundo, pero una de las más poderosas e influyentes a nivel mundial es, sin duda, la sede ubicada en EEUU.

La franquicia de Greenpeace cuenta con cuatro caras: Greenpeace Foundation, Greenpeace Fund Inc., Greenpeace Inc. Y Greenpeace Vision Inc..

El proyecto Activist Cash, creado por Center for Consumer Freedom -una importante asociación de consumidores estadounidense-, desvela algunas de las fuentes de financiación más polémicas de este grupo ecolojeta.

El proyecto surgió con la idea de aportar información acerca del perfil y recursos económicos de los grupos anticonsumo. Y, como no podía ser de otra forma, dicha entidad dedica un apartado exclusivo a Greenpeace. Según Activist Cash, Greenpeace ha recibido importantes donativos de las siguientes fundaciones, tal y como revela el siguiente gráfico:
Ahora bien, ¿qué son estos grupos?

Son fundaciones pertenecientes a algunas de las familias más ricas del mundo, cuyas fortunas proceden del negocio del petróleo, la automoción y los grandes grupos de comunicación estadounidenses.

El blog Desde el exilio ha investigado estas cifras para corroborar la cuantía y veracidad de dichas aportaciones y el resultado es el siguiente.

El flujo de dinero entre las franquicias de Greenpeace con sede en EEUU es constante. La legislación norteamericana obliga a presentar anualmente una declaración de impuestos a este tipo de organismos en la que figuran ingresos y gastos.

La información anual del pago de impuestos de dichas filiales se encuentra en los denominados IRS Form 990 (Return of Organization Exempt From Income Tax). En dichos documentos oficiales aparecen detalladas algunas de dichas donaciones a lo largo de los últimos años.

Rockefeller Brother´s Fundation: 1,15 millones de dólares

Desde 2000 a 2008 la fundación de la familia Rockefeller ha financiado a Greenpeace con 1,15 millones de dólares. La fortuna de los Rockefeller procede del negocio petrolífero.
John D. Rockefeller fundó la empresa petrolera Standard Oil, que llegó a monopolizar el negocio del crudo a principios del siglo XX. Sin embargo, el Gobierno de EEUU acusó a la compañía de monopolio y decretó su división en 34 empresas, aunque los Rockefeller mantienen su presencia en las mismas.

La más famosa es, actualmente, Exxon Mobil Corporation, una de las mayores multinacionales petroleras del mundo. Los descendientes de John D. Rockefeller son accionistas de Exxon Mobil. Aunque minoritarios poseen todavía una importante influencia y peso en la compañía. Los Rockefeller también tienen presencia en grandes bancos como JP Morgan Chase & Co (Chase Manhattan Bank) o City Bank que, a su vez, poseen participaciones en grandes petroleras internacionales.

Marisla Foundation: 460.000 dólares

Dicha fundación también es conocida bajo la etiqueta de Homeland Foundation. Fue fundada en 1986 por la poderosa familia Getty. J. Paul Getty fundó la petrolera Getty Oil, ahora en manos de la rusa Lukoil.

Turner Foundation: 450.000 dólares

Turner Foundation fue creada por Robert Edward Turner en 1990. Ted Turner es uno de los grandes magnates de la comunicación en EEUU, dueño de conocidas cadenas de televisión como CNN, TNT y AOL Time Warner, entre otras. Su aportación a Greenpeace, 450.000 dólares en apenas tres años.
Charles Stewart Mott Foundation: 199.000 dólares

Charles Stewart Mott fue el padre del tercer grupo industrial de mayor producción de automóviles de todo el mundo: General Motors. Antes de declararse en quiebra -en junio de 2009-, este grupo fabricaba sus vehículos bajo marcas tan paradigmáticas y poco contaminantes como Buick, Cadillac, Chevrolet, GMC, GM Daewoo, Holden, Opel, Vauxhall o el famoso Hummer.
En definitiva, no deja de sorprender que una de las organizaciones ecologistas más activas contra la emisión de CO2 a la atmósfera acepte suculentas sumas de dinero de algunos de los principales referentes del sector petrolífero y automovilístico a nivel mundial. Sobre todo, si se tiene en cuenta que Greenpeace abandera grandes campañas acusando a los escépticos del cambio climático de recibir dinero del sector petrolífero o grandes compañías industriales.

En resumen, son los de siempre, y ¿creeis que esto lo saben sus activistas? NO, la gente de calle no tiene ni idea del NEGOCIO que tienen detrás montado los de arriba. Vota, comparte y comenta, para que todos sepan la verdad, y cada uno saque sus conclusiones.

Fuente: https://misteriodesconoci2.wordpress.com/2014/03/05/greenpeace-funda-un-nuevo-pais-dentro-de-chile-gracias-a-vacio-legal/

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