jueves, 26 de diciembre de 2013

El Libro de Oera Linda

La historia olvidada de un Continente desaparecido 

Hace cientotreinta años, un manuscrito antiguo fue traducido en lengua moderna, desúés conocido como el Libro de Oera Linda. Las historias que cuenta han revelado los secretos de la Edad Matriarcal en la Europa Occidental, de hecho ha sido registrada en él la historia de los Hijos de Frya, la diosa madre de su raza y de su “Sagrado Tex” que ha otorgado a ellos los valores sociales y morales necesarios para construir una gran nación, quizás la más grande civilización del mundo antiguo. 

Cuenta de las luchas que las Madres Tierra debieron sostener para mantener la libertad contra las invasiones y las influencias de los príncipes y de los sacerdotes del enemigo proveniente de Est y es gracias a esta lucha que somos y nos han llegado nuestros valores Occidentales y muchos de los héroes y de las heroínas de nuestra mitología clásica.

La historia comienza en la Edad del Toro cuando las míticas diosas fueron madres de sus “niños” pero esa edad acabó en los “tiempos malos” con tierras destruidas y sumergidas por devastadores maremotos y erupciones volcánicas, incendios de selvas e inundaciones que cambiaron el rostro de Europa anunciando la llegada de la Edad del Aries. Y es en el 2193 a.C. que la isla continental de Atland desapareció, como la legendaria Atlántida, completamente desintegrada por inmensas catástrofes. Muchos supérstites lograron transferir su civilización en otros sitios, viajando hacia Egipto y Creta, de hecho en el Libro de Oera Linda leemos que Minno (Minosse), el fabuloso rey de Creta, edificador del laberinto, era un frisón y que había sido esa civilización suya a originar después aquella aún más brillante de Atenas, fundada por Minerva que era una Madre.

 Los pobladores de Atland veneraban un solo diós, que se celaba bajo el nombre de Wr-alda. Frya era la primera de tres hermanas. Las otras se llamaban Lyda y Finda. Lyda tenía la piel oscura y había originado las poblaciones negroides; Finda tenía la piel amarilla y había originado las poblaciones orientales; Frya tenía la piel clara. 

La edad nueva comenzó con las Madres Tierra, con las ancilas de la ciudadela y los largos viajes del Rey del mar, acabando dos mil años después con los patriarcas, y los reyes que pidieron el reconocimiento y la fidelidad por los favores otorgados, y una “difidencia” por así decir en las “aportaciones feminiles” a la sociedad.

Esta historia es de una sociedad racialmente protectora, con un alto estado de conciencia y de libertad individual basado sobre una moral y un código civil, donde hombres y mujeres eran respetados por sus intrínsecas capacidades, que hace miles de años en la Europa Occidental trató de mantener pero inevitablemente fallando en su integridad, aunque sus personas trataron de educar a sus usos y costumbres tanto a los comerciantes extranjeros como a los marinos, para después desaparecer en los polders de Olanda. A ellos sin embargo debemos mucho, de nuestra actual civilización Occidental, de ellos derivan nuestro conceptos de libertad, de democracia, nuestro sentido del honor y las bases de nuestro lenguaje que estructuró la manera de pensar.

Muy frecuentemente somos culpables de describir nuestros antepasados como primitivos agricultores o ignorantes, incapaces de comprender una cultura civilizada moderna; pero leyéndolo se descubren los orígenes de muy nobles conceptos que también ahora aunque siendo lejanos no son menos lodables. Debemos ahora recordar el desenvolvimiento y el modo del descubrimiento que se originó en abril de 1820, en el pequeño pueblo de Enkhuizen, frente a la isla Frisona de Texel en Olanda, con la muerte de Andries Over de linden. Entre sus efectos fue hallado un manuscrito muy antiguo que nadie pudo leer. Tenía 61 años y su hija, Aafjie Meylhoff, conocía la sagrada tradición que desde siempre existía en su familia sobre este libro. Por numerosas generaciones que ya nadie podía recordar, había sido poseído por la familias de los Over de Linden, pasando de mano entre padre e hijo, con las estrictas instrucciones de preservarlo y protegerlo de la autoridad es decir de la Iglesia. El sucesivo heredero era su sobrino Cornelius Over deLinden que tenía solo 10 años, de hecho su padre había muerto antes de su abuelo, por lo que fue su tia Aafjie a tomar el libro hasta que el joven alcanzó la mayor edad. 

En 1848, Cornelius recibió el manuscrito, manifestando su curiosidad que desde siempre probaba sobre la historia misteriosa que éste contaba y que no podía leer, pero fue solo en 1867 que encontró alguien en grado de traducirlo, de hecho durante una visita suya en la Librería Provincial de Leeuwarden en Friesland, encontró al bubliotecario Dott. Verwijs, y le habló del manuscrito tanto que éste, encuriosido, pidió de verlo, e inmediatamente se dio cuenta que estaba escrito en Frisón antiguo, quizás el ejemplo más antiguo que había encontrado, su primera impresión fue que el libro fuera un chiste, pero examinándolo más a fondo se convenció de su extrema antigüedad y convenció a Cornelius a autorizarle a copiarlo a beneficio de la Friesland Society. El doct. Verwijs trató de buscar un soporte financiero de la Sociedad que había sido fundada para investigar la lengua y la historia de los Frisones pero encontró el escepticismo inmediato, debido quizás a la revelaciones de algún fragmento que había ya traducido. La Sociedad por lo tanto pensó a un falso desde el comienzo aún antes de poder consultarlo, poniéndole el cuño que desde entonces ha perseguido el Libro de Oera Linda

El doct. Verwijs tuvo, de toda forma, la satisfacción de recibir la comisión de un “alderman” deputado del estado de Friesland de prepara una copia. El trabajo siguió por otros tres años revelando informaciones sorprendentes y fantásticas que confirmaron inicialmente al doct. Verwijs las primeras sospechas de falso, pero como siguió traduciendo, siempre más, los hechos sostenidos, eran históricamente reconocidos y junto a los datos mitológicos conquistaron la confianza completa del traductor, que al fin fue financiariamente ayudado por el doct. J. G. Ottema, que entusiásticamente sostuvo los gastos de la traducción imprimiendo y publicando la primera copia en Frisón moderno bajo el título de “Thet Oera Linda Bok”. 

En febrero, 1871, fue presentada una carta a la Sociedad de Friesland que resumía estos orígenes y mencionava algunas de las sorprendentes declaraciones halladas en su contenido, causando una controversia inmediata, que no nos debe sorprender si observamos estas “revelaciones”, considerando los comportamientos del tiempo respecto a los descubrimientos que podían cambiar las creencias largamente conservadas. La ciencia sustituía a la teología en la historia y la antropología. El hallazgo y la sucesiva traducción de la Estela de Rosetta habían sucedido solo hace unos cincuenta años, dando origen a los modernos conceptos de historia antigua basada sobre el calendario egipcio, justo o equivocado que esté. También descubrimos que la civilización de Sumer es mucho más antigua de la Egipcia pero aún hoy la mayoría de los libros de texto dan dicho honor a la segunda. (Naturalmente considerando la historia académica y no aquella llamada “herética”). 

Heirich Schliemann no había aún publicado sus hallazgos sobre el actual sitio histórico de Troya, una ciudad mencionada y también datable en el Libro, y las leyendas fueron de toda forma consideradas “cuentos de hadas” sin cualquier contenido real como muchas son aún hoy. La versión el lengua Frisón fue inmediatamente seguida por una traducción en lengua holandesa con el mismo título, y fue la versión holandesa a ser traducida en inglés en 1876. Esta edición muestra el texto original Frisón impreso en la página izquierda en caracteres romanos con la traducción inglesa a la derecha. Cuando fue publicado creó cierto desamparo en los círculos académicos que sin embargo fue rápidamente olvidado; quizás porque demasiado controvertido o porque significada una gran ruptura al retaje de las ideas tradicionales.

El manuscrito original tenía los caracteres fonético inscriptos en un círculo, el símbolo del sol, con una “I” vertical y una “X” y a través de éstos se obtienen sorprendentemente una serie de caracteres en cuyo contexto se encuentra la mayoría de las letras del alfabeto y la mayoría de los números fácilmente reconocidos por los modernos Europeos. Este libro fue escrito por Hiddo Over de Linden en el año 1256 d.C. que copió los originales sobre la nueva carta árabe, muy buscada al tiempo en Europa, que era sin filigrana y prácticamente fabricada con algodón egipcio. 

Hiddo la llamó “carta extranjera” y usó una tinta de carbón sin hierro y esto ha sido una suerte porque las tintas populares basadas sobre el hierro han sido después fácilmente reconocibles por desteñirse, y esto ofrece una prueba más para sostener la autenticidad del Libro, en él Hiddo utilizó términos modernos de su tiempo conservando también las variantes ortográficas y de estilo de los escritores originales, además no ha sido encontrada ninguna prueba de “contaminaciones” que puedan conducir a algo más moderno del siglo trece, y ni siquiera ha sido utilizado en el texto algunos nombres de lugar originados por la ocupación romana al tiempo de Julio Cesar . Las batallas existían, y fueron reveladas por el Libro Oera Linda, de hecho se habla de un valeroso guerrero llamado Friso, oficial de Alejandro el Grande (nacido en el 356 a.C.) citado también en crónicas históricas de pueblos del norte, en las que se cuenta que Friso llegaba de India. 

En Oera Linda, el héroe desciende de una colonia de frisones que se establecieron en el Punjab alrededor del 1550 a.C.; y también el geógrafo griego Strabone cita estas extrañas tribus “indianas”, por él llamadas de manera genérica (Arii) Alemania. En el texto se recuerda también Ulíses y su búsqueda de la sagrada lámpara, una profetisa le había de hecho predicho que si la hubiese encontrada se habría vuelto rey de Italia. Fallado el tentativo de hacerse consignar bajo alta recompensa (los muchos tesoros traídos de Troya) la lampara por la sacerdotisa, la “Madre Tierra”, que la custodiaba, Ulíses había viajado hasta alcanzar un lugar llamado Walhallagara (nombre que suena muy similar a Walhalla) donde había tenido una historia de amor con la princesa Kalip (obviamente Calipso) con la que había convivido por muchos años entre <>. Este fragmento de historia griega insertado en el Libro de Oera Linda es muy interesante. Vistas las aventuras de Ulíses alrededor del 1188 a.C. es decir cincuenta años después de la moderna datación de la caída de Troya.

 Pero el Oera Linda podría haber caído en el justo. Por lo que la leyenda transmite, la ninfa Calipso era una burgtmaagd (palabra que significa “virgen suprema”, una sorta de jefe de un grupo de vírgenes vestales), un concepto que encuentra reconocimiento en las afirmaciones fundamentales de Oera Linda, según el cual después de la catástrofe los Frisones habían comenzado a navegar por el mundo conocido, civilizando el área del Mediterráneo hasta llegar a India. Pero hay también situaciones que se adaptan a las teorías “isoestáticas” de Biddel Airy, con el enterramiento del estricto (canal) de Suez preexistiente debido quizás al episodio Thera de Santorini. Recientemente han sido halladas Momias en las regiones chinas con aspecto nórdico, con pelo rubio o rojo con ojos azules, de estatura de más de 2 metros conocido también como el Hombre de “Cherchen” que pueden ser referibles a estas migraciones y para hacer otro ejemplo si aceptamos que la isla de Calipso, Walhallagara, era la isla de Walcheren en el Mar del Norte, entonces Ulíses había hecho sus viajes también fuera del Mediterráneo.

Hoy en día, de toda forma, no existen pruebas de que el libro sea un falso y por este motivo sería útil una nueva, moderna edición del texto, no solo para consentir a los estudiosos de evaluarlo a pleno, sino también para permitir su lectura a los lectores comunes, ciertamente fascinados por tantas historias de batallas y matanzas, y responder quizás a la pregunta si la civilización Europea viene de Asia y del Este o si existía una fuente Occidental? No existe ninguna contestación del origen de comunidades civilizadas en el mundo pero el Libro reclama una fuente originaria Occidental para su sistema de gobierno de la comunidad y el código moral para Europa, junto a la descripción de una comunidad mucho más antigua a través del Atlántico del norte (Oldland – Aldland o también Atland) la Vieja Tierra, su casa antigua, en términos nostálgicos llamada los tiempos buenos antes del malo. 

(Términos que recuerdan la Edad del Oro o el Zep-Tei egipcio) y también si esto no es ciertamente de fácil lectura como una novela, y los varios argumentos pasan de uno a otro a veces de manera improvisa, como emociones y pensamientos anotados rápidamente sobre un papel, hay que ser conscientes de que si alguien pudiese demostrar de manera incontrovertible la autenticidad de este libro, es decir que cuenta hechos realmente ocurridos, entonces la historia de la Humanidad Europea de la edad del bronce debería ser completamente revista y consecuentemente re-escrita.

de Antonio Soldani
Fuente: http://www.absolum.org

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