jueves, 14 de noviembre de 2013

Entrevista a Diego Arandojo: “El Bastón de Mando, Reliquia de Poder”

Resultado de imagen de Diego Arandojo: “El Bastón de Mando

El bastón de mando, una enigmática reliquia mágica elaborada por un “dios” y legada a nativos indígenas en tierras argentas, allí en las cercanías del famoso cerro Uritorco, un lugar místico por excelencia.

Un objeto de poder datado en 8.000 años de antigüedad cuyo destino último sería regenerar a la especie humana.

Con paradero desconocido en la actualidad, estaría esperando en el letargo a su próximo portador.

A continuación entrevistamos al investigador Diego Arandojo, autor de un reciente documental que trata sobre Guillermo A. Terrera, la última persona que custodió el Bastón de Mando.

******* COMIENZO DE LA ENTREVISTA *******

Resultado de imagen de Diego Arandojo: “El Bastón de MandoPregunta: Empezaremos con lo que algunos consideran la referencia más antigua a un misterioso objeto sagrado y “mítico”, mencionado en el mismo contexto que el Santo Grial, y con una presunta referencia geográfica temprana a lo que sería América, 2 siglos antes que Colón naciera:

“En qué lejana cordillera podrá encontrar a la escondida piedra de la sabiduría ancestral que mencionan los versos de los veinte ancianos, de la isla Blanca y de la estrella Polar.

Sobre la montaña del Sol con su triángulo de luz surge la presencia negra del Bastón Austral, en la Armórica antigua que en el Sur está. Solo Parsifal, el ángel, por los mares irá con los tres caballeros del número impar, en la Nave Sagrada y con el Vaso del Santo Grial, por el Atlántico Océano un largo viaje realizará hasta las puertas secretas de un silencioso país que Argentum se llama y siempre será”. —Wolfram von Eschenbach (Siglo 13 d.C)

¿Qué es el Bastón Austral y cuáles son sus poderes? ¿Por qué cree que este trovador alemán lo menciona en su poesía junto con el Santo Grial?

Respuesta: En la obra “Wolfram Eschenbach, Parsifal y Orfelio Ulises” (1988), el Prof. Dr. Guillermo Alfredo Terrera explica que: “Es bien sabido que en ninguna parte de la Argentina se puede encontrar el texto completo del poema escrito por Wolfram Eschenbach entre los años 1150-1170 y que sirviera de modelo varios siglos más tarde para la creación de la maravillosa ópera ‘Parsifal’, escrita por Ricardo Wagner”.

Resultado de imagen de Diego Arandojo: “El Bastón de MandoA continuación expone una serie de versos traducidos por él, en donde se narran los periplos del caballero Parsifal hacia el Cono Sur del Continente Americano (ó armoricano como denomina Terrera) y este “Bastón Austral” ó “Lapis Exilis” tan misterioso.

El inicio de este libro posee conflicto: la ausencia de una traducción pareciera, a primera vista, que se busca silenciar, callar, ignorar una información histórica escondida en la escritura de Eschenbach.

¿Omisión a propósito o simple casualidad?
Nadie puede responderlo a ciencia cierta. Pero es justamente esta obra de Terrera la que sienta las bases de toda la historia del llamado “Bastón de Mando de los Comechingones” y, paralelamente, la historia de Parsifal en el territorio americano y sus sucesivas reencarnaciones.

Por tanto este Bastón Austral/Lapis Exilis sería, dentro de los estudios que realizó el Prof. Dr. Terrera, el Bastón de Mando que Eschenbach conocía, aunque sea de forma intuitiva, al igual que otros personajes históricos como Roger Bacon que se refieren a piedras con poderes y conocimientos sobrenaturales. Pero fue sólo hasta que Orfelio Ulises Herrera, quien pasó ocho años estudiando en la mítica Samballah, halló esta piedra al pie del Cerro Uritorco en 1934, junto con la conana (mortero de piedra) y el poyo (trono utilizado por una autoridad comechingona). Prof. Dr. Guillermo Alfredo Terrera junto al bastón de mando.

Por otra parte, y retomando el libro “Wolfram Eschenbach, Parsifal y Orfelio Ulises” que citamos previamente, el capítulo titulado “La montaña del sol” (y el poema vertido allí) no corresponde a la obra “Parzival” de Eschenbach, sino que fue escrito por Orfelio Ulises Herrera, y que puede leerse en el cuadernillo “Poemas inconclusos” editado por la Fundación de las Ciencias del Hombre. El Prof. Dr. Terrera lo agregó al corpus del libro, tal vez, para contextualizar (ó emparentar) al Bastón Austral con la Lapis Exilis. Es más bien una deducción personal.

Pregunta: Suponiendo que la leyenda de Parsifal relatada por Orfelio Ulises y Terrera es verdadera, lo que implicaría un temprano conocimiento del continente americano antes de Colón, ¿piensa que el continente americano tiene una historia muy diferente a la que nos cuentan los libros de historia, y si es así, por qué es ocultada por el establishment?

Respuesta: Yo creo que sí, que el continente americano posee una línea temporal prehistórica (a nivel social y cultural) muy diferente a la que está plasmada oficialmente.

¿Por qué se la oculta o se la tergiversa?
Creo que los historiadores prefieren obviar esa “otra historia” (para llamarla de algún modo) por distintas razones, muchas de ellas académicas.

En el sentido que existe un paradigma útil y sencillo de explicar. Si se agregan las teorías de que los Templarios estuvieron en el continente americano; si realmente esos “Viracocha” de los que hablaban los pueblos andinos no eran “dioses del este” sino visitantes antiguos de Europa o incluso Asia, es menester de urgencia revisar toda la historia de los últimos 10.000 o 20.000 años. Es un trabajo que gran parte del colectivo historiador no está interesado en realizar, porque ya roza con cierta área crítica o ligada con una investigación más de corte periodístico que otra cosa.

Hay una “historia oficial” de América, más allá de que se haya aceptado que hubo asentamientos vikingos en Canadá. Pero Cristóforo Colombo (de quien se dice que se nutrió de mapas templarios para “descubrir América”) sigue siendo el mártir navegante por excelencia, por fuera del revisionismo que se aplicó en las últimas décadas. En cierta ocasión, charlando con unos arqueólogos argentinos, me comentaron una especie de pregunta-respuesta recurrente para estos tópicos.

La pregunta es: “¿Qué pasaría si excavando encuentras en el noroeste argentino un casco romano?”
Y la respuesta: “Dejarlo bien enterrado”. Hubo risas entre los arqueólogos. Esto significa que, ni más ni menos, la otra historia de América seguirá enterrada. Es más cómodo para los científicos. El término ” Armórica” proviene de la expresión gala “are mori” (‘en el mar’), que evolucionó en Aremorica o ‘país frente al mar’. Ergo, describe a una región geográfica cuya característica es estar frente al mar. ¿Es este el verdadero origen del nombre del continente americano?

Pregunta: Se dice que Orfelio Ulises accedió a información secreta que había en los milenarios monasterios del Tíbet y que eso le permitió hallar la famosa reliquia. ¿Hay algún indicio de cuál es exactamente esa información que lo llevó hasta el bastón de mando? ¿Quién era Orfelio Ulises? 

Respuesta: Orfelio Ulises Herrera nació en la Bolívar, provincia de Buenos Aires, en 1887. A la edad de 26 años decide emprender un viaje iniciático hacia el Tíbet donde, por razones desconocidas, logra contactar a los maestros de Samballah y accede a la instrucción hermética que tiene una duración de ocho años. 

¿Por qué decidieron abrirle las puertas de esta mítica escuela a un humilde argentino, de ancestros pampas? Tal vez por la pureza de su espíritu, su falta de egoísmo y su búsqueda sincera de iluminación. La cuestión es que al término de sus estudios estos maestros le ordenan hallar la piedra de la sabiduría que se halla en el Cono Sur americano. Orfelio Ulises Herrera emprende así su viaje que lo lleva por distintos puntos de América; es guiado por mensajes telepáticos de los sabios de Samballah, hasta recabar en la localidad de Capilla del Monte, precisamente al pie del Cerro Uritorco, donde excavando con sus propias manos extrae el Bastón de Mando y las otras piezas que referí previamente. Pregunta: Nos llama la atención el nombre de “Vultán” como el nombre del gran dios/cacique de los nativos Comechingones que según la leyenda habría creado el bastón de mando. 

¿Hay relación entre “Vultán” y “Wotan”, nombre del máximo dios nórdico Odín? 
Respuesta: En palabras de Terrera: “El Dios de Dioses de los indo-arios, Wotan para los nórdicos europeos y Vultán para los pueblos del Continente Blanco, fabricó con esa bella piedra un extraordinario Cáliz o Vaso Sagrado que con el transcurso de los años, realizaría extraños designios entre los hombres que lo poseyeron y lo cuidaron”. 

La piedra a la que se refiere es la que, dentro de la leyenda de la lucha de las hordas de Lucifer contra las de Dios en las esferas altas, se desprende de la corona luciferina: la gema verde que cae al mundo terráqueo. Dios Vultán, creador del bastón de mando, sería el mismísimo Odín (Wotan) de la mitología germánica.

En la investigación de Terrera también se explicita que: “Wotan o Vultán, Dios de Dioses. Construyó con un trozo de Basalto el Bastón de Mando o Simihuinqui del Cerro Uritorco. La misma tarea realizó con la Gema Verde, caída de la corona encantada de Lucifer. El Santo Grial”. Por tanto Wotan, Vultán, realizó peregrinaciones por distintos puntos del globo y realizó estos trabajos “esotéricos”, casi diría alquímicos en un punto, que legaría a la raza de los hombres. 

El Vaso Sagrado y el Toqui Lítico, o Bastón de Mando. Dos piezas actualmente extraviadas y rodeadas de misterio y leyendas de todo tenor.

Pregunta: Este bastón de mando también es referido como la “piedra que habla”, ¿a qué piensa que se refiere este rótulo?

Respuesta: En la investigación realizada por el Prof. Dr. Terrera se indica que el Bastón de Mando (el cual recibe otros nombres como Simihuinqui, Piedra de la Sabiduría, etc.) posee una inteligencia y destino propio, por fuera del que quiera adjudicarle el custodio o poseedor temporal.

 “Habla” porque al tomar contacto físico con él, con ayuda de mantras y cantos gentilicios, la pieza entabla un contacto telepático con el sujeto que lo toca. Es uno de los tantos atributos extraños que posee el Bastón, además de elevar su temperatura, o funcionar como antena/receptor de informaciones de otras esferas de la conciencia. 

Los análisis realizados sobre el bastón de mando para determinar su antigüedad fueron realizados por el ingeniero y arqueólogo Jorge von Hauenschild, de la Universidad Nacional de Córdoba. El resultado: ¡8.000 años de antigüedad!

Pregunta: Su documental “30 Años de Silencio” se centra en la figura del académico y metafísico Prof. Guillermo Alfredo Terrera, el último poseedor del bastón de mando. 

¿Podría darnos un pequeño resumen de por qué, cómo y cuándo llega a las manos del Profesor esta reliquia? ¿Por qué los 30 años de silencio? 

Respuesta: Durante la década del 40, y mientras cursaba la carrera de abogacía, Guillermo Alfredo Terrera tomó contacto con un grupo hermético que existía dentro de la Universidad Nacional de Córdoba. Éste se hallaba conformado –al menos hasta donde pude pesquisar, ya que no existen fuentes directas más allá de las que ofrece Terrera en sus libros– por docentes e investigadores (entre ellos Orfelio Ulises Herrera), unidos por el interés hacia lo metafísico.

El joven Guillermo Alfredo fue aceptado en este grupo y, andando el tiempo, se lo eligió para ser el nuevo custodio del Bastón de Mando. En la obra “Parsifal en Viarava y Charava” (1989) se ofrecen detalles de la ceremonia de traspaso:

“El 26 de septiembre de ese mismo año de 1948, el Simihuinqui de Viarava y Charava, en una ceremonia del antiguo Rito Solar, con círculos de manos entrelazadas, formando figuras geométricas con el ‘ocho’ del cosmos infinito y ya bien entrada la noche equinoccial de primavera para el hemisferio sur (…) le fue entregado el Bastón de Mando, a su ya preparado y elegido poseedor y portador, al reencarnado Intichacmani”.

Así fue cómo Guillermo Alfredo Terrera se transformó en el nuevo custodio del Toqui Lítico, bajo una única condición: que durante 30 años no se hablara de ésta pieza arqueológica. Recién en el año 1978, terminadas las tres décadas de silencio, el Prof. Dr. Terrera comenzó a difundir el mensaje del Bastón de Mando, que es un mensaje de paz y unión para los pueblos de América del Sur.

Pregunta:

Los pseudoescépticos de siempre fueron muy predecibles al hacer gala de su artillería preferida: los ataques ad hominem, para atacar la figura de Terrera cuando aún vivía. Las acusaciones principales iban por el lado de la metafísica y su relación con la era “new age”; y, por otro lado, también debido a la parte “germana” de la leyenda extrapolada hacia el esoterismo nazi y el poder de las simbologías. 

¿Qué opina de tales acusaciones? 
Respuesta: El Prof. Dr. Terrera, a nivel político, se definía como peronista y defensor de los derechos y las libertades de los pueblos americanos. Luchó y bregó por lo que él consideró correcto hasta su último aliento. A nivel ideológico se hallaba más próximo a la derecha que a la izquierda, y se interesaba no sólo por la cultura germánica (tanto en su historia como en sus símbolos) sino también por la palestina y de los pueblos de habla árabe. Era un ferviente nacionalista y difusor de las costumbres folklóricas argentinas. Pregunta: Se dice que el mismísimo Adolf Hitler habría enviado una expedición en busca del bastón de mando. 

¿Es cierto esto? 
Respuesta: Dentro de la investigación del Prof. Dr. Terrera está indicado de que Adolfo Hitler, quien era asesorado por Rudolf Hess (su mago negro), buscó piezas metafísicas no sólo en Europa, sino también en el territorio americano, especialmente en nuestro país. Adolf Hitler retratado como Parsifal y sosteniendo el estandarte nazi como si fuera una lanza o bastón de mando. Se sospecha que, al igual que con la Lanza del Destino y otras ‘reliquias de poder’, Hitler también envió expediciones en busca del Bastón Austral de Vultán.

Recordemos que en la década del 30 y 40, el partido nacionalsocialista contaba con mucha aceptación de una gran parte de la población argentina. Por tanto puede ser que se haya enviado, no sé si una “expedición”, pero sí dos o tres emisarios a Córdoba a fin de “rastrear” este Toqui Lítico. Al menos así se desprende de lo que explica Terrera al narrar la peripecia de aquellos que buscaron (y buscan) esta Piedra de la Sabiduría.

Pregunta: Ahondando en detalles técnicos, ¿cuánto tiempo le llevó hacer el documental y a cuántas personas entrevistó durante el mismo? ¿Qué fue exactamente lo que lo impulsó a llevar a cabo la ardua tarea de recolectar todos estos datos y ofrecerlos al público de una manera que nunca había sido presentada hasta ahora? 

Respuesta: La preproducción e investigación del documental comenzó durante el año 2010. Fui consiguiendo, con mucho esfuerzo debido a que se encuentran en gran parte descatalogados, los libros sobre metafísica del Prof. Dr. Terrera, editados por la casa editorial KIER, y en segundo lugar las ediciones promovidas por la Escuela Hermética Primordial de las Antípodas y Patria Vieja. Paralelamente al estudio de los libros tomé contacto con discípulos del Prof. Dr. Terrera, quienes además de su testimonio me brindaron material único, gráfico, sonoro y videográfico.

 La colaboración por parte de dos de los hijos del profesor (Nicolás y Victoria) fue algo clave para conocer el aspecto humano de este intelectual cordobés. En resumidas cuentas: necesitaba “construir”, “conocer”, “comprender” a Guillermo Alfredo Terrera primero en mi cabeza, para luego bajarlo al guión y, posteriormente, a la mesa de edición. Prof. Dr. Guillermo A. Terrera, captura del documental realizado por Diego Arandojo. Ya durante 2011 y 2012 sumé más entrevistas y realicé los primeros cortes de montaje, mientras acoplaba la parte musical, generada por Frater S. y Darío Martínez. 

La idea era que el documental tuviera una estética naturalista, sin intervención de un narrador en off; quería lograr algo límpido, translúcido, para que el espectador que no conociera al Prof. Dr. Terrera (como aquel que sí) tuviera la posibilidad de sacar una conclusión particular, sin la injerencia o influencia del director. El film resultó como lo deseaba. Una obra abierta, directa, amena. 

¿Por qué invertí 3 años de mi vida en recuperar al Prof. Dr. Terrera? Porque creo que, al igual que otras figuras de la intelectualidad argentina que yacen sepultadas y silenciadas, merecía ser estudiado. Además existía (y existe) una suerte de tabú sobre este hombre, un manto oscuro que se cierne sobre su figura.

Mi meta era quitar este manto, darle “voz” a Guillermo Alfredo Terrera, comprender cuáles fueron las razones que lo llevaron a dejar de lado una carrera “clásica” como docente universitario y folklorista, para lanzarse a las aguas inestables de lo sobrenatural, de lo metafísico. Uno puede no comulgar con su visión y postura, pero sí respetarlo por ser una persona que se jugó por lo que sentía correcto.

Pregunta: Luego de investigar tanto, ¿se sabe el destino actual del bastón de mando? Se sabe con seguridad que existió, pero… ¿aún existe? 

Respuesta: El Bastón de Mando existió y existe. El último dato que poseemos sobre él se remonta al año 2001. El periodista español Miguel Blanco viajó a la Argentina y se entrevistó con Guillermo Terrera hijo, y pudo fotografiar esta reliquia metafísica. Como fruto de este encuentro, Blanco publicó en la revista MÁS ALLÁ DE LA CIENCIA un artículo titulado “Bastón de Mando: el ‘otro grial’ busca dueño” (N° 143, pág 76-80) en donde narra su experiencia. 

Yo tomé contacto epistolar con Guillermo Terrera hijo pero negó tener el Toqui Lítico. Por tanto es difícil de conocer el lugar exacto donde se encuentra, o al menos alcanzar una pista certera. A nivel personal creo que este objeto está inactivo, soterrado en algún punto de nuestro país, esperando que un nuevo custodio vaya a por él.

Tal como sucedió con Orfelio Ulises Herrera. Esto lo comento porque, siguiendo la lógica de los libros de Terrera, el Bastón de Mando todavía no cumplió su misión de regenerar la especie humana. Hasta que esto no haya sucedió el Toqui Lítico permanecerá en este plano de la realidad. 

Pregunta: Sobre reliquias arqueológicas perdidas, y en relación con el tema geográficamente hablando, ¿nos podría contar algo sobre el “Sol Rojo de los Comechingones”? 

Respuesta: Durante la década del 20, el arqueólogo inglés Guy A. Gardner (autor de la obra “Rock-paintings of north-west Córdoba”) realizó distintos viajes a la República Argentina financiado por la Universidad de Oxford. Su objetivo era realizar un relevamiento de las pinturas que dejó la etnia de los Comechingones.

Mientras se hallaba en la provincia de Córdoba, acompañado por su esposa, descubrió una gran efigie tallada en piedra y de color rojo que representaba el Sol. Sin dudarlo la extrajo de su hábitat natural y la transportó, gracias a la desidia de las autoridades nacionales, a Inglaterra. Allí la habría depositado, en primera instancia, en Oxford y tiempo después fue derivada al British Museum.

Pero, al igual que sucede con el Toqui Lítico, su paradero es desconocido. Sol Rojo de los Comechingones. Contacté a las autoridades del museo pero niegan tener el Sol Rojo, al igual que Oxford. Existe una teoría de que se hallaría en los Archivos del Vaticano, pero no hay una prueba probatoria al respecto.

Pregunta: ¿Por qué el Sol Rojo de los Comechingones? ¿Se podrá traer alguna vez de vuelta a su tierra? 

Respuesta: Para regresarlo a la Argentina habría que, en primera instancia, determinar su ubicación. En segundo lugar habría que realizar la gestión necesaria para exponer que se trató de un hurto y utilizar todos los recursos legales internacionales para que se logre justicia al respecto. Pero (y tal como cualquier visitante del British Museum puede constatar) la tradición delictiva de los ingleses, en lo que respecta a bienes arqueológicos, es muy conocida.

Dudo que quieran deshacerse de una pieza tan importante como el Sol Rojo de los Comechingones, no sólo por su valor histórico, sino por tratarse de un objeto religioso, fuente de vida y energía para aquel pueblo que habitó las tierras cordobesas. El gusto británico hacia lo esotérico sigue vigente. 

Pregunta: El lugar donde Orfelio Ulises encontró el bastón, la zona del cerro Uritorco, es considerado como un lugar energético por excelencia, donde incluso la presencia de OVNIs es algo muy común, ¿casualidad? 

Respuesta: En la historia de Capilla del Monte, y más aún en la del Uritorco, hay un antes y un después. La fecha que genera esta ruptura es el 9 de enero de 1986, cuando se produce la denominada “huella del Pajarillo”. A partir de ese momento esta localidad se convierte en punto de peregrinación de todas aquellas personas que buscan entablar un contacto físico o psíquico con entidades extraterrestres o intraterrestres. 

¿Qué hay de real en todo esto? 
Una pregunta inquietante. Ante todo habría que definir qué es real para mí y qué es real para el otro. Este es el corazón del asunto OVNI. Yo puedo pararme frente al Uritorco una noche y vislumbrar luces, como las que narra el Prof. Dr. Terrera en su obra “El Valle de los Espíritus”. Se trataría en este caso de las entidades cósmicas, como Witaicón ó Tokor.

 Pero una persona a mi lado, que desconociera la obra del intelectual cordobés, vería apenas difusas luminiscencias de un origen más terrestre que intraterrestre. Ahora, ¿quién de los dos está en lo cierto? Tal vez los dos. 

A lo metafísico no se le puede aplicar una lógica científica. No la tiene. Lo espiritual está más allá de este mundo. Yace en otro plano de la existencia. Desde ese lugar algunas personas, con la sensibilidad necesaria, logran bajar, canalizar, mensajes e informaciones diversas. El incidente de la huella del Pajarillo es uno de los casos relacionados a la fenomenología OVNI más importantes del mundo, que dejó varias pruebas físicas, y probablemente la huella más grande alguna vez registrada (120 metros por 70 metros) que pudo ser estudiada con pruebas de laboratorio. 

El mismo ataque que ha recibido el Prof. Dr. Terrera en sus investigaciones sobre el Bastón de Mando y los Triángulos de Fuerza, se podría también dirigir hacia las religiones convencionales. Porque si vamos a realizar una crítica dura hacia un tema metafísico, los cultos clásicos (judeocristianismo, Islam, protentastismo, etc.) tampoco quedarían ajenos.

Creer en la transubstanciación ó en la perpetuidad del alma luego de la muerte son conceptos que científicamente no pueden ser comprobados. Sin embargo millones de seres humanos los aceptan e incorporan a su microuniverso psíquico. 

Entonces –para cerrar el concepto– si yo veo luces saliendo y entrando en el Uritorco, y si esas luces poseen (tal como afirma Terrera) una inteligencia propia, se debería respetar mi punto de vista y no atacarlo por infundado o ligado más al pensamiento mágico que a otra cosa. Pregunta: Sr. Arandojo, ha sido un placer entrevistarlo y no solo le agradecemos por concedernos la entrevista, sino por el enorme trabajo de difusión que le ha otorgado a un tema tan interesante.

Esperamos que, dentro de las posibilidades existentes, pronto nos permita reproducir el documental que nos llevó hacia su persona en nuestro canal de Youtube. Respuesta: Muchísimas gracias a ustedes por esta oportunidad. Ha sido un placer.

Diego Arandojo, autor del documental “30 años de silencio, el secreto de Guillermo A. Terrera”. 
Nombre: Diego Arandojo País: Argentina
Profesión y/o Ocupación: Guionista, Investigador y Realizador
Autor de: Largometraje documental “30 años de silencio, el secreto de Guillermo A. Terrera”

Sitio Web: www.lafarium.com / www.arandojo.com.ar Temas tratados en la entrevista: Bastón de Mando, Uritorco, Guillermo Alfredo Terrera, Orfelio Ulises, Sol Rojo de los Comechingones.

Artículo publicado en Mystery Planet

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