jueves, 21 de noviembre de 2013

El piloto peruano que disparó contra un ovni

El piloto peruano Oscar Santa María es el único piloto que ha disparado contra un ovni.

El piloto peruano Oscar Santa María, es el único ser humano que disparó contra un ovni, el 11 de Abril de 1980, cuando aún era un joven teniente de 23 años.

Este increíble combate duró 22 minutos durante los cuales cientos de personas fueron testigos de la espectacular persecución a un ovni que realizó Oscar Santa Maria en su avión Sukhoi SU-22M (Fitter J) sobre los cielos del Departamento de Arequipa, al sur del Perú.

Santa María ha dado innumerables entrevistas y ha participado en reconocidos programas de televisión como “Ufo Hunters” (Cazadores de Ovnis) que le dedicó un episodio. Sin embargo, no existe un análisis detallado de su relato y de los motivos que convierten su experiencia en algo invalorable.

Antes de seguir en detalle el relato de Santa María, es necesario situar los hechos en su contexto histórico, para entender mejor la magnitud del suceso.

Este es el caza bombardero Sukhoi SU–22M (Fitter J) con el que Oscar Santa María disparó contra un ovni. Fue adquirido por el gobierno peruano en 1977.
Los Sukhoi Su-22 peruanos

Durante los años 70, la tensión política entre los gobiernos de Perú y Chile, llevo a ambos países a una carrera armamentista sin precedentes que alteró el equilibrio militar estratégico en los países de la región.

Durante ese periodo, alrededor del año 1977, el Perú compró 52 aviones caza bombarderos supersónicos Sukhoi SU-22, que eran entonces junto a otros aviones, el orgullo de la industria aeronáutica soviética por su avanzada tecnología y diseño que le permitía realizar complicadas maniobras aéreas.


Los SU-22 que adquirió el Perú estaban diseñados para volar a una altura máxima de 18,000 metros y tenían dos cañones de 30 mm, uno a cada lado de la nave, cargados con 80 obuses. Además, los SU-22 peruanos llevaban misiles aire-aire AA-2-2 “Advanced Atoll” y AA-8 “Aphid”.

En un inicio, la mayoría de estos SU-22 fueron enviados a la base aérea peruana de La Joya, estratégicamente situada en el departamento de Arequipa a 1,000 kilómetros al sur de Lima, no lejos de la frontera con Chile.

Debido a la tensión existente entre Perú y Chile, esta flota aérea tenía como misión principal servir de sistema de respuesta rápida y de escudo protector antiaéreo en caso de violación del espacio aéreo peruano por parte del vecino país del sur.

Es importante aclarar que los caza bombarderos supersónicos Sukhoi SU-22 eran aviones de alta tecnología considerados entre los más efectivos de su generación.

El Teniente Santa María

La Fuerza Aérea Peruana (FAP) se caracteriza por la estricta y profesional formación de sus pilotos, que eran considerados en esa época, como los más capacitados de Sudamérica.

El Teniente Santa María formaba parte de esa élite y había seguido con excelencia la formación de piloto de guerra que impartía la FAP.

Tal era su destreza que con solo 19 años ya participaba en ejercicios de combate aéreo. A los 21 años, en 1978, fue seleccionado para probar las nuevas naves Sukhoi SU-22 adquiridas por el gobierno peruano.

A pesar de solo tener 23 años, cuando Oscar Santa María se enfrentó en combate aéreo con un ovni, ya contaba con más de ochos años de experiencia como piloto y varios trofeos aéreos en su haber. Es más, era considerado por sus superiores como uno de los mejores pilotos de combate de su generación.

Quizás, por eso fue el elegido para derribar el ovni que volaba en el espacio aéreo resguardado por la Base Aérea de La Joya, en el sur del Perú, la mañana del 11 de Abril de 1980.

El Teniente Oscar Santa María subiendo a su Sukhoi SU-22M (Fitter J).
Un encuentro inclasificable

Lo que sucedió en el encuentro entre Santa María y el ovni de la Joya es tan singular que escapa a las clasificaciones que los ufólogos han creado para organizar los encuentros con ovnis y con sus tripulantes.

El renombrado ufólogo Allen J. Hynek, quien participó como consultor en el proyecto Libro Azul, clasificó los encuentros con ovnis y sus tripulantes en tres tipos: los encuentros cercanos del primer tipo (CE-1) se refieren a los avistamientos de ovnis; los del segundo tipo (CE-2) son aquellos encuentros en los que el ovni influye en elementos de su entorno alterando las comunicaciones por radio, bloqueando la transmisión eléctrica o dejando quemaduras en la tierra; y los del tercer tipo (CE-3) son los que incluyen un avistamiento de los tripulantes del ovni.

Luego otros ufólogos agregaron dos tipos más de encuentros cercanos: los del cuarto tipo que son aquellos casos en los que un ser humano es secuestrado o abducido por los tripulantes de un ovni y los del quinto tipo que son los casos en los que se desarrolla un proceso de comunicación entre un ser humano y los tripulantes de un ovni.

El caso de Santa María es tan singular que no encaja en ninguna de las clasificaciones anteriores. Santa María atacó a un ovni y los humanos estamos tan ciegos pensando que los ovnis solo pueden venir a ayudarnos que no hemos ni siquiera catalogado el tipo de contacto que debería ser el más esperado: cuando un ser humano ataca a un ovni o a los tripulantes del mismo, sea por iniciativa propia o como respuesta a un ataque del ovni.

El encuentro entre Santa María y el ovni es tan singular que no ha sido incluido dentro la clasificación de encuentros con ovnis.
El Ovni de La Joya

Este es el increíble relato del enfrentamiento entre el temerario piloto de guerra peruano Oscar Santa María y un ovni. Probablemente el mismo que minutos después de haber sentido el aliento de la muerte susurrarle al oído, Santa María relató a sus compañeros de la Base Aérea de La Joya en Arequipa.

El enfrentamiento entre ambas naves ha quedado registrado en los anales de la historia como el único caso en el que un piloto de avión disparó, en un épico enfrentamiento aéreo, contra un enemigo desconocido e indescifrable: algo que comúnmente se denomina un ovni.

El 11 de Abril de 1980, a las 7:15 de la mañana, mientras 1,800 hombres se encontraban en formación en la Base Aérea de la Joya en Arequipa al sur del Perú, Oscar Santa María fue advertido por uno de sus superiores que un objeto volador no identificado con forma de globo estaba suspendido en el aire sobre el tramo final de la pista de aterrizaje de la base.

Acompañado de tres pilotos, Santa María salió del cuartel y observó el ovni. El objeto estaba a cinco kilómetros de la base, suspendido a una altitud de 600 metros sobre el extremo más alejado de la pista de aterrizaje. El Comandante de la FAP Carlos Vásquez Zegarra le ordenó a Santa María que subiera a su avión y derribara al ovni.

Según recuerda Santa María, el ovni no había respondido a los intentos de comunicación de la base militar y siendo La Joya una de las pocas bases en Sudamérica que tenían armamento soviético, los militares peruanos sospecharon que el globo era un mecanismo de espionaje.

Los militares de la Base Aérea de La Joya vieron al ovni flotando a 600 metros sobre el extremo final de la pista de aterrizaje. (Image: Google Earth)

La teoría del globo fue rápidamente descartada por los militares ya que el objeto no tenía las características de un globo meteorológico y, en ese entonces, no existían globos de aire caliente de pasajeros en el Perú. Era necesario atacar al objeto.

Como era habitual en la base, esa mañana los aviones estaban armados y listos para despegar en cualquier momento así que Santa María se dirigió su avión, la misión parecía fácil…

Oscar Santa María ha relatado su encuentro varias veces sin modificar los detalles. El relato más detallado del caso de La Joya se encuentra en el libro de la investigadora Leslie Kean titulado “UFOs: Generals, Pilots, and Governments Officials Go On The Record” (“Ovnis: Generales, pilotos y oficiales gubernamentales declaran”). El mismo Santa María escribió un capítulo para este libro titulado “Close Combat with an UFO” (Combate contra un ovni). Este es el relato que utilizaremos como base de este artículo.

“De inmediato fui hacia mi jet, sin retirar los ojos de ese objeto en el cielo, revisando en mi mente cada uno de los pasos de la misión. Como el objeto estaba en el perímetro de la base y mi avión estaba armado con obuses de 30 mm, decidí atacar desde el noroeste hacia el sureste. De esta manera, el Sol estaría a mi izquierda y así evitaría impactar la base con mis armas. Después de despegar, hice un giro a la derecha y alcance una altitud de 2,500 metros. Luego me posicioné para el ataque. Apuntando hacia el globo, alcancé la distancia necesaria y lancé una descarga de 64 obuses de 30 mm, que crearon una pared de fuego en forma de cono que, normalmente, habría destruido cualquier cosa en su camino. Algunos de los proyectiles se desviaron del objetivo, cayendo a tierra, y otros impactaron en el objeto con precisión. Pensé que el globo se abriría y que algunos gases saldrían de su interior pero nada sucedió. Parecía como si las grandes balas hubiesen sido absorbidas por el globo, que no estaba dañado. De pronto, el objeto empezó a ascender muy rápidamente y se alejó de la base.”

El arma que utilizó Santa María para disparar al ovni fue el cañon de 30mm que llevaba su Sukhoi SU-22M (Fitter J) en cada una de las alas. En la foto se puede apreciar el tamaño de cada bala o obus.

A pesar de la increíble resistencia del extraño objeto que hubiese atemorizado a cualquier piloto, Santa María no se detuvo a reflexionar y continuó con coraje su misión. El piloto elevó la altitud de su avión para poder perseguir al ovni que se elevaba rápidamente y activó los propulsores o quemadores auxiliares informando a la torre de control de la base que iniciaría procedimientos de combate. Santa María se dio cuenta de lo delicado de la misión y le solicitó a los operadores de la torre que grabasen todas las comunicaciones de radio.

La persecución empezó.

El Sukhoi SU-22 volaba a 950 km por hora tratando de acercarse al ovni sin éxito. A pesar de que Santa María aumentaba la velocidad de su avión, el ovni mantenía una ventaja de 500 metros, que es una distancia a la que podría haber disparado pero el SU-22 no se encontraba en la mejor posición para hacerlo.

“Mientras nos alejábamos de la base, informé a la torre de control (de la base) datos como ‘estoy a 3,000 metros de altura y a 20 kilómetros de la base….estoy a 6,000 metros de altura y a 40 kilómetros de la base…’ y así. Para este momento ya me encontraba sobre la ciudad de Camaná, que está a 84 kilómetros de la base, volando a una altitud de 11,000 metros. Estaba en plena persecución del objeto, cuando este se detuvo súbitamente y me obligó a virar al costado. Hice un giro a la derecha y traté de posicionarme para disparar de nuevo. Una vez que obtuve la posición deseada para disparar, que era aproximadamente a 1,000 metros del objeto, me empecé a acercar hasta que lo tuve perfectamente en la mira. Aseguré las armas en el objetivo y estaba listo para disparar.”

El ovni que persiguió Santa María se elevó verticalmente a gran velocidad varias veces.

Si la manera como el ovni se había detenido súbitamente era algo inexplicable para el piloto peruano ya que no existen aviones que puedan realizar esa maniobra, lo que sucedería segundos después fue aún más extraño. Antes de que Santa María pudiese disparar, el ovni que se había detenido súbitamente y permanecía suspendido en el aire, se empezó a elevar rápidamente de manera vertical, perpendicularmente a la superficie, logrando evadir el ataque. El ovni se elevó y logró salir del rango de 700 metros de distancia que el caza bombardero SU-22 de Santa María necesitaba para atacar.

“El objeto hizo otro ascenso rápido, evadiendo el ataque. Quedé debajo del objeto, el objeto había quebrado el ataque. Intenté la misma maniobra de ataque dos veces más. Cada vez, tenía al objeto en la mira cuando este permanecía estático. Y cada vez (que intentaba atacar), el objeto escapaba ascendiendo verticalmente segundos antes de que yo empezara a disparar. El objeto eludió mi ataque tres veces, cada vez en el último instante.”

Imaginemos, por un instante, la reacción de cualquier piloto frente a semejantes maniobras. Era obvio que lo que Santa María estaba enfrentando no era fruto de la tecnología humana y lo más probable era que no tuviera ninguna posibilidad de derribarlo. Por el contrario, todo apuntaba a que si el piloto peruano seguía en el combate, él sería quien terminaría derrotado. Sin embargo, las siguientes declaraciones muestran que el temple, el coraje y el sentido del deber de Santa María, pudieron más que la razón.

“Entonces se convirtió en algo personal. Tenía que derribarlo. Pero no podía porque siempre ascendía. Estaba comprometido con esta misión y sentía que debía salir exitoso. Esto era todo lo que importaba y me sentía confiado sabiendo que tenía un avión extraordinario. Eventualmente, como resultado de una serie de rápidos movimientos ascendentes, el objeto terminó a una altitud de 14,000 metros. Tenía que pensar que hacer! Decidí hacer un ascenso audaz con mi avión para ponerme por encima del objeto y así descender sobre él verticalmente e iniciar un ataque desde arriba. De esta manera, si el objeto decidía ascender, como había hecho en los tres intentos previos, no saldría de mi rango de tiro y sería más fácil dispararle. No estaba preocupado de estrellarme con el objeto debido a la agilidad y la capacidad de maniobra de mi avión.”

El piloto peruano Oscar Santa María persiguió a un ovni hasta 19,200 metros de altitud.

Entonces, Santa María aceleró a velocidad supersónica, 1,850 km por hora, para poder elevarse por encima de los 14, 000 metros de altura a los que se encontraba el ovni. Mientras ascendía, Santa María iba calculando la distancia hasta que se dio cuenta que había rebasado al ovni, que ahora se encontraba debajo del Sukhoi. Su plan parecía haber funcionado. El piloto peruano solo tenía que girar y lanzarse en rápido descenso disparando hacia el ovni. Pero, una vez más, sucedió algo inesperado.

“Para mi sorpresa, el objeto ascendió de nuevo a una alta velocidad y se colocó junto a mi en formación paralela! Esto me dejo sin posibilidad alguna de ataque.”

Santa María no se rindió y poniendo en riesgo su vida siguió ascendiendo con la intención de ponerse encima del ovni. Elevó su avión hasta una altitud de 19,200 metros, mil metros más del límite máximo establecido para los SU-22. A esta altitud, el ovni se volvió a detener y quedó suspendido en el aire. Santa María ajustó el ángulo de las alas de su avión pensando que podría maniobrar a esta altitud para poder ponerse a distancia de tiro pero no lo logró.

A 19,200 metros del altura, el Sukhoi SU-22 no podía maniobrar con la misma facilidad que el ovni.

Mientras Santa María decidía su próxima acción, las luces que advierten del nivel bajo de combustible se encendieron. Santa María decidió regresar a la base. Como no podía atacar, se acercó al objeto para poder observarlo con detenimiento.

Santa Maria decidió abandonar la persecución ya que se encontraba por encima de la altura máxima establecida para el Sukhoi SU-22M y porque le quedaba poco combustible.

Los SU-22 no tienen radar incorporado pero si tienen una pantalla de combate que a través de un sistema de rayos laser calcula la distancia entre el armamento del caza bombardero y su objetivo. Santa María utilizó esta pantalla para medir la dimensión del ovni.

“Me acerqué todo lo que pude, hasta unos 100 metros. Estaba sorprendido al ver que el ‘globo’ no era ningún globo. Era un objeto que medía 10 metros de diámetro y arriba tenía un domo resplandeciente de color crema, similar a un foco de luz cortado por la mitad. La parte de abajo era una amplia base circular, de color plateado, y parecía de metal. Carecía de los componentes típicos de un avión. No tenía alas, ni turbinas de propulsión, ni tubo de escape, ni ventanas, ni antenas y demás. No tenía un sistema de propulsión visible. En ese momento, me di cuenta que no era un aparato de espionaje sino un OVNI, algo totalmente desconocido. Casi no tenía combustible, así que no podía atacar o maniobrar mi avión o hacer un escape de alta velocidad. De pronto, me asusté, pensé que sería mi final. Después de recuperarme del impacto de lo que había visto, empecé mi regreso a la base y expliqué a la torre de control exactamente lo que había sucedido.”

Santa María tuvo que planear con el SU-22 durante su descenso para que el poco combustible que quedaba le permitiese llegar hasta la pista de aterrizaje de La Joya.

La persecución había llevado al piloto peruano hasta una distancia de 90 kilómetros al sur de la Base Aérea de La Joya y lo había traído de regreso. Cuando Santa María decidió abandonar la persecución, el ovni se encontraba, de nuevo, cerca a la Base de la Joya.

La persecución llevó al Teniente Santa María hasta Camaná, 84 kilómetros al sur de la Base Aérea de La Joya, en el departamento de Arequipa, al sur del Perú.

El increíble enfrentamiento había durado 22 minutos durante los cuales todo el personal de la Base Aérea de La Joya había presenciado sorprendido el evento. Algunos oficiales presentes aquel día en la base, como el Comandante Julio Chamorro, han confirmado varias veces el incidente.

Un detalle que Santa María no ha explicado en ninguna entrevista es ¿por qué no activó los misiles especiales que llevaba su avión y por qué solo atacó al ovni con los cañones de 30 mm?
El único piloto que logró disparar contra un ovni

Existen otros dos casos comprobados en los que un piloto de otro país casi llega a dispararle a un ovni.

El Teniente de la Fuerza Aérea Norteamericana Milton Torres, basado en Inglaterra, fue enviado el 20 de Mayo de 1957 en una misión especial. Sus superiores le ordenaron interceptar y derribar un ovni de gran tamaño que había sido detectado por radar en los cielos de Anglia del Este en el Reino Unido.

Milton Torres se acercó al ovni y preparó sus armas, pero antes de que pudiera disparar el ovni se alejó rápidamente

El otro caso es el del piloto iraní Parviz Jafari. En 1976, un ovni fue detectado, visualmente y en radares, sobre el cielo de Teherán. El piloto iraní despegó en su avión F4D para interceptar al ovni pero no pudo disparar porque aunque se encontró a rango de disparo el sistema de armas del avión falló.



Muchos pilotos han visto ovnis y algunos hasta los han perseguido pero Santa María es el único que ha logrado disparar.

En el caso iraní, el avión tenía sistemas de armas digitales que fallaron al acercarse al ovni. En el caso Torres, las armas eran mecánicas pero el ovni logró evadir al piloto norteamericano.

En el caso peruano, la pericia de Santa María hizo que pudiera dispararle al ovni y los sistemas de armas de su SU-22 no fallaron porque eran mecánicos.
Un encuentro que llegó a la CIA

Esa mañana de Abril de 1980, luego de aterrizar, Santa María pudo escuchar las diferentes versiones del incidente que circulaban en la Base Aérea de la Joya.

“Debido a la amenaza establecida por este ‘globo’, nuestra base había activado sus sistemas de defensa y todos los sistemas estaban en alerta. Todos entregaron informes. Nos informaron que el objeto nunca fue registrado en el radar, incluso cuando los operadores de radar podían verlo en el cielo, como la gente que lo vio antes cuando el objeto permaneció suspendido. Ellos también lo describieron como redondo y metálico. Nos dijeron que lo que había sucedido en esta reunión debía permanecer entre nosotros y no deberíamos divulgarlo en ningún momento.”

Los superiores de la Base de la Joya escucharon el relato de Santa María, hicieron algunos análisis de naves de espionaje conocidas y clasificaron al supuesto globo como un objeto volador no identificado.

Santa María recuerda que luego de su enfrentamiento, el ovni permaneció por más de dos horas en el mismo lugar dónde lo había dejado cuando abandonó la persecución, aún visible a simple vista desde la base.

Oscar Santa Maria participó en el evento organizado en el National Press Club en Washington el 12 de Noviembre del 2007.

Durante los años posteriores, Santa María no volvió a hablar del caso.

Décadas después, alrededor del año 2002, la OIFAA (Oficina de Investigación de Fenómenos Aero Anómalos de la Fuerza Aérea del Perú), dirigida en ese entonces por el Comandante Julio Chamorro, amigo personal de Santa María y testigo del incidente, empezó a investigar el caso del ovni de la Joya. Esto fue lo que eventualmente hizo que la FAP autorizase a Santa María a hablar públicamente del caso.

En noviembre del 2007, la periodista norteamericana Leslie Kean tuvo conocimiento de la increíble experiencia del piloto peruano y decidió invitarlo a participar en un evento internacional en el que pilotos de diferentes países relataron sus experiencias con ovnis o seres de otros planetas.

El 12 de Noviembre del 2007 Santa María fue parte de un panel de 14 invitados conformado por generales, científicos, pilotos y militares de siete países que habían tenido experiencias con ovnis. El piloto peruano relató su encuentro ante el público concitado en la sede del National Press Club (Club Nacional de Prensa) en Washington.

Leslie Kean informó también a Santa María que su caso había concitado una atención especial por parte del gobierno norteamericano ya que ella había encontrado un documento oficial informando del incidente de la Base de La Joya (ver imagen de abajo).

Este documento no tiene información detallada sobre el incidente pero muestra, como se puede apreciar en la imagen de abajo, que fue enviado a la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana (NSA) y a la CIA.




El documento oficial del gobierno norteamericano que informa del incidente de Santa María fue emitido el 3 de Junio de 1980 con copia a la NSA y a la CIA.

En febrero del 2008, Santa María fue entrevistado para el programa “Ufo Hunters” (Cazadores de ovnis) del conocido canal de televisión History Channel. Luego de la difusión del programa en octubre del mismo año, Santa María se convirtió, tardíamente, en una celebridad mundial y concedió entrevistas a medios de prensa de todo el mundo.

Al parecer, para Santa María la fama no es tan importante como comprobar que finalmente hay gente que le cree y que reconoce su valor.
La ciencia contra la ciencia

Un objeto volador estuvo suspendido sobre la Base Aérea de La Joya aquella mañana porque existen decenas de militares, sino cientos, que atestiguaron el hecho, y existe un documento del gobierno norteamericano, confirmando el mismo episodio.

Es decir, el objeto no era un fenómeno meteorológico o una simple ilusión óptica. Estas opciones quedan descartadas. El objeto existía físicamente y reaccionaba, de alguna manera, a las maniobras del piloto.

Un dato importante es que el radar de la Base de la Joya no logró detectar al ovni. Según el relato de Santa María, el ovni no apareció en el radar ni siquiera durante la persecución.

Entender los principios básicos del funcionamiento de los radares nos puede ayudar a analizar mejor el incidente.


Foto del evento organizado en el National Press Club de Washington en Noviembre del 2007. A la derecha abajo, el ex Ministro de Defensa Británico y ufólogo Nick Pope. A su izquierda, la periodista norteamericana Leslie Kean. Al centro, Oscar Santa María. A la izquierda, el ufólogo peruano Anthony Choy. (Foto por Ufo Digest/ Marc Whitford)

Los radares funcionan enviando señales intermitentes de radio que rebotan en los objetos y regresan al radar permitiéndole así calcular la distancia y elevación de los mismos. Algunos objetos se desplazan muy despacio y son descartados por los radares y otros objetos no están hechos de materiales refractivos. El material del objeto tiene que ser capaz de poder reflejar la señal de radio de vuelta al radar para que este lo pueda detectar.

Los globos meteorológicos y los globos de aire caliente de pasajeros, utilizados hasta el cansancio por los escépticos para explicar los avistamientos ovni, no son siempre detectados por los radares ya que se desplazan a velocidades muy lentas y no tienen superficies refractivas.

Los escépticos han tratado también de descartar el caso de Santa María diciendo que se trataba de un globo meteorológico como se supone sucedió en el caso Gorman de 1948. En este caso, el piloto George F. Gorman de la Guardia Nacional de Dakota de USA persiguió, en su avión P51, a un ovni, de manera similar a Oscar Santa María.

El proyecto de estudio del fenómeno ovni Blue Book (Libro Azul) del gobierno norteamericano clasificó el caso Gorman como falso, ya que según sus análisis Gorman habría perseguido a un globo meteorológico. En el caso del ovni de La Joya esta hipótesis queda descartada puesto que el objeto que persiguió Gorman era, según su descripción, una bola de luz de 15 a 20 centímetros de diámetro y el objeto que enfrentó Santa María tenía 10 metros de diámetro.

Además, los investigadores del Proyecto Blue Book descubrieron que en la torre de control más cercana al incidente nadie había visto las maniobras que, según Gorman, realizó el objeto. Según el informe del Proyecto Blue Book, estas supuestas maniobras no eran más que una ilusión óptica provocada por los movimientos del avión de Gorman cerca al globo meteorológico. En el caso de Santa María, existen cientos de testigos que vieron al ovni y a las maniobras que este y el avion Sukhoi SU-22M realizaron durante la persecución.

En todo caso, tratando de seguir la teoría de los escépticos, aunque la mayoría de globos meteorológicos tienen como máximo 6 metros de diámetro, existe un tipo especial de globo meteorológico coincide con las dimensiones del ovni que observó Santa María puesto que tiene casi 12 metros de diámetro: El Transosonde (ver imagen de abajo).

El Transosonde es uno de los pocos globos metereológicos que supera los 10 metros de diámetro.

Este globo meteorológico especial, desarrollado por la Oficina de Investigación de la Naval norteamericana en los años cincuenta, estaba lleno de helio, llevaba un mecanismo de control programable, equipo de navegación y de radio, así como baterías eléctricas. Su desplazamiento y altitud se controlaban por radio liberando gas para hacerlo descender y liberando otros materiales para hacerlo ascender. Podía permanecer en el aire por varios días y su objetivo principal era recoger datos meteorológicos de diferentes altitudes durante largos periodos de tiempo.

¿Santa Maria se enfrentó a un globo meteorológico tipo Transosonde? ¿el ovni de La Joya podría ser un globo Transosonde de 10 metros de diámetro que se desplazó rápidamente gracias al aire que movía el caza bombardero al acercarse?

Es muy extraño que un globo metereológico del tamaño del Transosonde haya podido desplazarse a casi 1,000 kilómetros por hora como lo estaba haciendo el Sukhoi SU-22M de Santa María cuando persiguió al ovni por los cielos del sur de Arequipa.

Más aún, el Transosonde suele permanecer a altitudes mayores a los 40,000 metros. Cabe preguntarse ¿qué hacía el supuesto globo Transosonde flotando a escasos 600 metros sobre la pista de aterrizaje de La Joya?

Esta hipótesis tiene también la experiencia de un experimentado piloto de combate como contrapeso. Santa María sabía lo que era un globo meteorológico, grande o pequeño, al igual que los militares de la base de La Joya.

No hay que olvidar que Santa María disparó 62 obuses y esto habría destruido a cualquier globo meteorológico, incluso al gigante Transosonde.

La persecución aérea llevó a Santa María hasta los cielos de Camaná, a 84 kilómetros de la base de La Joya, y lo trajo de regreso a las inmediaciones de la base. Entonces, ¿cuáles son las probabilidades que durante la persecución aérea el supuesto globo meteorológico se haya alejado de la base para luego volver a las inmediaciones de la misma y permanecer en el mismo lugar sin moverse por dos horas?

Es imposible que un globo de aire caliente de pasajeros o un globo meterológico de grandes dimensiones haya podido superar en velocidad al caza bombardero supersónico Sukhoi SU-22M (Fitter J) que podía llegar a la velocidad Mach 2.2, más de 2,300 kilómetros por hora.

La hipótesis del globo meteorológico, como hemos visto, no es sólida y deja varios detalles sin explicación.

Por otro lado, la hipótesis del globo de aire caliente de pasajeros queda también descartada cuando tomamos en cuenta la velocidad a la que se desplazaba el ovni, horizontal y verticalmente. No existe globo de aire caliente alguno que se desplace a esa velocidad. Como bien dice Santa María, en ese entonces en el Perú no existían globos de aire caliente de ese tamaño.

Podemos elucubrar que se trataba de un equipo de espionaje de tecnología avanzada, pero ¿de qué país? El Perú le compraba armas a los rusos así que estos no necesitaban espiar. Los norteamericanos tampoco podrían haber estado detrás de este avanzado supuesto sistema de espionaje ya que ellos mismos emitieron un documento oficial alertando del hecho a varias organizaciones estatales como la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y la CIA.

No se puede seguir especulando más. Las hipótesis racionales no logran explicar lo ocurrido en el caso Santa María. Es imposible determinar con certeza si se enfrentó a una nave extraterrestre o a una nave terrestre construida con tecnología alienígena o, incluso, si se enfrentó a una nave extra dimensional.

La experiencia de Oscar Santa María es real aunque es imposible determinar con certeza el origen del ovni.

Podemos preguntarnos, con legitima razón, ¿por qué este acontecimiento permaneció oculto al gran público o no tuvo la difusión que merecía, por casi 20 años?

¿acaso se pretendía ocultar un incidente que traería abajo las afirmaciones oficiales de países como USA sobre la no existencia del contacto con seres extraterrestres?

Desgraciadamente los científicos se han acostumbrado a desconocer lo que no llegan a comprender y a negar lo que no pueden comprobar. Ambas posiciones van en contra de una de las leyes básicas del conocimiento científico que postula que no se debe negar algo que no se conoce.

Los Divulgadores creemos que la FAP debería hacer pública la grabación de audio de la comunicación de radio entre Santa María y la torre de control de la Base Aérea de La Joya pues esta podría aportar nuevas luces en la investigación de este caso y podría sumarse a las otras evidencias que confirman la autenticidad de este histórico episodio.

Por ahora, el único piloto en el mundo que se enfrentó a un ovni sigue todavía en actividad como instructor de vuelo en una conocida línea aérea y concede entrevistas a quienes se acuerdan de su increíble historia.

“Habrá quienes crean en lo que digo, otros creerán que soy un charlatán. Pero qué ganaría con mentir, jamás alguien me ha pagado por mi testimonio”, reflexiona ahora Santa María.

De confirmarse la hipótesis extraterrestre, el piloto peruano Oscar Santa Maria no sería solo el único que disparó contra un ovni sino tambien el único que disparó contra una nave extraterrestre.

Los Divulgadores estamos seguros de que la vida le dará pronto una revancha a Oscar Santa María cuando finalmente se hagan públicas las pruebas que esconden los diferentes gobiernos y entidades del mundo sobre la existencia de vida en otros planetas y el contacto entre la especie humana y seres extraterrestres.

Entretanto, el único piloto que disparó contra un ovni es parte de la historia y su gesto será recordado como una muestra de bravura, coraje y disciplina de la que cualquier habitante de nuestro planeta se sentiría orgulloso.

Aunque para él, su experiencia es solo una anécdota más.

“El primer hombre que le disparó a los extraterrestres. Bonita historia para contarle a mis nietos, ¿no?”

Fuentes:

- Leslie Kean. (2011). Ufos: Generals, Pilots, and Governments Officials Go On The Record.
- Edward J. Ruppelt.(1956). The Report on Unidentified Flying Objects.
- Curtis Peeble. (1995). Watch the Skies: A Chronicle of the Flying Saucer Myth.
- Jerome Clark.(1998). The UFO Encyclopedia: The Phenomenon from the Beginning.
- Edward Condon.(1969). Final Report of the Scientific Study of Unidentified Flying Objects.

por Oscar Mercado

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