jueves, 7 de noviembre de 2013

A EEUU se le está agotando el dinero y es incapaz de financiar las redes de inteligencia que ha creado en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

El establishment globalista pretende que ahora seamos los contribuyentes europeos los que corramos con los gastos.

La vicepresidenta y comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, propuso este lunes la creación de un servicio de inteligencia europeo capaz de plantar cara a la Agencia Nacional de Seguridad de EE UU (NSA), como respuesta a las presuntas escuchas de Washington a ciudadanos, líderes e instituciones comunitarias. 

"Con un servicio de inteligencia europeo, como el que propongo crear en el horizonte de 2020, Europa podrá hablar con una sola voz. La NSA necesita un contrapeso", dijo la vicepresidenta de la Comisión Europea (CE) durante una entrevista. Reding afirmó que "ahora le toca a Estados Unidos tomar medidas para que Europa vuelva a confiar", tras la tensión que ha generado entre los dos socios transatlánticos las escuchas realizadas por los servicios de inteligencia de Washington. 

De vuelta a Bruselas tras su última toma de contacto con las autoridades estadounidenses la pasada semana a propósito del presunto espionaje de la NSA sobre ciudadanos e instituciones europeas, Reding ha pedido la rápida aprobación de una legislación federal estadounidense de privacidad. Los recientes acontecimientos han levantado preocupación entre los ciudadanos europeos La vicepresidenta de la CE recordó que esa normativa estaba entre las promesas electorales del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para su segundo mandato. "Los recientes acontecimientos han levantado preocupación entre los ciudadanos europeos y han agitado y dañado las relaciones con Estados Unidos", lamentó en sus declaraciones a Efe. La norma no solo mejoraría la protección de datos en EE UU sino que mejoraría ostensiblemente la confianza de los ciudadanos europeos en torno a cómo son procesados sus datos por las compañías extracomunitarias. 

Para Reding, una vez que se haya aprobado la futura regulación de protección de datos comunitaria -que podría estar aprobada antes de las elecciones al Parlamento Europeo de 2014- "será el momento de empezar a negociar un acuerdo sobre cooperación de los servicios de inteligencia entre los socios europeos". La titular europea de Justicia quiso destacar el avance de la futura regulación para la puesta al día de la protección de datos en la era de Internet y las redes sociales, pues la legislación actual data de 1995, cuando Internet no era un medio de comunicación de masas. "Esta nueva regulación sí ayudará a prevenir abusos y marcará la diferencia, porque por primera vez los operadores extracomunitarios que operan en la UE tendrán que respetar nuestras garantías a la protección de datos so pena de sanciones que pueden ir hasta el 2 % del volumen de negocio global de la compañía", advirtió. Indiferencia en EE UU Respecto a la indiferencia con la que la opinión pública estadounidense ha recibido las revelaciones de espionaje masivo, la vicepresidenta de la CE señaló que existen "diferencias fundamentales" entre uno y otro lado del Atlántico respecto a la cultura de la privacidad. 

"En EE UU es legal procesar datos personales salvo que se prohíba específicamente. En Europa en cambio está prohibido hasta que se autoriza expresamente", declaró. El trasfondo de esa distinción tiene su origen "en las experiencias en Europa con las dictaduras sufridas, tanto de derechas como de izquierdas", precisó la vicepresidenta de la CE. "Nuestra historia nos ha hecho llegar a un entendimiento sobre la protección de la privacidad como una parte integral de la dignidad humana y la libertad. El rastreo discrecional de nuestras comunicaciones no es compatible con nuestros valores fundamentales", añadió. Consecuencias 

La vicepresidenta de la CE también se pronunció sobre las consecuencias de esa tensión diplomática sobre los acuerdos en vigor y en plena negociación con EE UU, como es el de libre comercio e inversiones (FTTI). En cuanto al tratado de libre comercio, Reding se mostró a favor, igual que el comisario europeo de Comercio, Karel De Gucht, de dejar la protección de datos fuera del acuerdo, de gran importancia económica para el bloque europeo. La CE negó tener cualquier noticia sobre informaciones publicadas por la prensa alemana este lunes en torno a una posible petición de Alemania de incluir los datos personales en el acuerdo comercial. A propósito del acuerdo transatlántico sobre datos bancarios, conocido como Swift, Reding prefirió ser cauta hasta conocer más datos sobre su posible violación antes de pronunciarse sobre si debe quedar suspendido, postura que ha apoyado expresamente ya el pleno del Parlamento Europeo.


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