miércoles, 21 de agosto de 2013

La oposición denuncia cientos de muertes en un ataque químico cerca de Damasco

Los Comités locales de Coordinación creen que ha habido al menos 200 muertos

El Reino Unido llevará el ataque al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas

Los opositores sirios han denunciado esta madrugada que las tropas del presidente Bachar el Asad han atacado el este de Damasco con armas químicas, causando al menos 200 muertos y más de 70 heridos. 

Varios grupos rebeldes elevan la cifra por encima de los 600 muertos. Los Comités Locales de Coordinación, entre otras entidades disidentes, sostienen que los médicos que han atendido a las víctimas han advertido en ellas síntomas de haber sido atacadas con agentes nerviosos, posiblemente gas sarín. 


Los datos de afectados han sido recopilados en Ghouta, como se llama la región afectada, por personal sanitario autorizado, informa la agencia Reuters. La Liga Árabe ha pedido a los inspectores de la ONU, que llegaron hace tres días al país para determinar si se había recurrido a armas químicas en el conflicto, que acudan inmediatamente a la zona. Los inspectores tienen que registrar tres localidades, incluida Khan al-Assal, donde en marzo murieron 26 personas. 

Por su parte, el Reino Unido ha anunciado que llevará el asunto al Consejo de Seguridad y condena el ataque. El Ejecutivo de David Cameron ha pedido al Gobierno de Bachar el Asad que permita que los inspectores de la ONU que accedan al lugar donde supuestamente se ha producido este ataque.

El régimen de Bashar al Assad ha negado a través de la televisión estatal que haya "ninguna verdad" en las informaciones difundidas por activistas opositores denunciando ataques con armas químicas cerca de Damasco en los que habrían muerto decenas de personas, informa Reuters.

Hammad Bachi, un portavoz de los Comités en Estambul, informa por correo electrónico de que el ataque forma parte de la intensa ofensiva que en los últimos días ha desplegado el Ejército regular en el borde este de la capital, tratando de debilitar barrios que habían caído en poder del Ejército Libre de Siria, los rebeldes. “La cifra de víctimas puede subir. Hay muchos heridos en malas condiciones”, afirma, citando a algunos de sus colaboradores sobre el terreno. El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos confirma igualmente que hay “decenas” de muertos y que la mayoría serían civiles, entre ellos, niños y ancianos.

Este supuesto ataque, gravísimo si se confirma, se produce tres días después de que los investigadores de Naciones Unidas llegaran a Siriapara determinar si se han usado o no armas químicas en los dos años y medio que dura el conflicto. El Gobierno, tras meses de pelea, les ha permitido acceder a tres escenarios. Los químicos y médicos del equipo, que tienen un plazo inicial de 14 días para tomar muestras y hacer entrevistas, no podrán señalar a un culpable, sólo aclarar si se usaron estas armas ilegales, no quién lo hizo. Tanto el régimen como los rebeldes se cruzan acusaciones sobre el empleo de este armamento. Siria es uno de los siete países del mundo que no firmaron en 1997 el protocolo que rechaza el uso de armas químicas.

Justo esta mañana, el diario The Washington Post publica que los rebeldes están haciéndose fuertes gracias sobre todo a la toma de una base militar cerca de Alepo. En tres semanas, afirma, se ha reforzado notablemente su poderío con misiles anti tanque, blindados y ametralladoras. Sin embargo, la agencia oficial SANA informa diariamente de retrocesos de los sublevados, especialmente en la costa.

Fuente: el Pais

La Presidencia lo niega en un comunicado
Denuncian 1.300 muertos en un ataque del régimen sirio con armas químicas


Varios cuerpos sin vida tras el ataque. | Afp

La oposición denuncia un bombardeo en una zona rebelde
Se informa de cientos de muertos, muchos de ellos niños
La Liga Árabe exige a la ONU que se acerque al lugar afectado
La misión de Naciones Unidas tiene su movimiento muy restringido

Activistas sirios han denunciado el uso en un intenso bombardeo con armas químicas en las zonas controladas por los rebeldes en torno a la capital, Damasco. Un ataque que, precisamente, tiene lugar cuando una misión de la ONU ha entrado en el país para investigar el posible uso de este tipo de armas y cuyos movimientos están siendo restringidos por el régimen de Bashar Asad.

De hecho, mientras organizaciones como la Liga Árabe han exigido a este equipo de Naciones Unidas que se acerque "inmediatamente" a la zona afectada, uno de sus miembros, el científico sueco Ake Sellstrom, reconocía que había visto las imágenes de las víctimas por la televisión y que "parecía que tendría que ser investigado".

La Coalición Nacional Siria (CNFROS)denuncia que al menos 1.300 personas han muerto en el ataque. El uso de agentes químicos no ha podido ser verificado inmediatamente, según ha informado Reuters, aunque las imagénes y los vídeos que circulan son contundentes.

En doversos vídeos y fotografías distribuidas por las asociaciones de derechos humanos se ven decenas de cadáveres en el suelode diversas estancias, muchos de ellos son niños y algunos bebés de meses.

Activistas de un comité popular de coordinación local han informado de que decenas de cuerpos habrían sido llevados a un hospital de campaña en Kafr Batna, un barrio a pocos kilómetros de Damasco, en una zona rebelde al este de la capital siria.
El régimen niega el uso de armas químicas

El régimen sirio ha emitido un comunicado tras el ataque negando el empleo de armas químicas y ha asegurado que las informaciones son falsas y que sólo pretenden desviar la atención del equipo de expertos de la ONU que visita el país.

Por su parte, el Observatorio sirio para los Derechos Humanos ha dicho que murieron decenas de personas, entre ellos niños, en el feroz bombardeo. La CNFROS ha denunciado que el régimen de Damasco restringe los movimientos de la misión de la ONUencargada de investigar el posible uso de armas químicas en el país, lo que afectará al resultado de su estudio.

En un comunicado, el principal grupo de la oposición ha pedido algrupo de expertos, que llegó hace dos días a Damasco, que visite todos los lugares en los que el régimen de Bashar Asad habría utilizado este tipo de armamento, especialmente en las zonas controladas por los rebeldes.

La CNFROS ha reiterado su compromiso a cooperar y facilitar el trabajo del grupo de expertos y ha insistido en que visitar las zonas en manos de Asad "no es suficiente".

También ha expresado su confianza en "la imparcialidad y profesionalidad del equipo de la ONU", pero ha advertido de quelas autoridades de Damasco son conocidas por su "manipulación y fraude".

La misión de la ONU entró finalmente en Siria el 18 de agosto, tras retrasar varias veces su visita por problemas logísticos. El equipo de Ake Sellström, antiguo inspector de armas químicas en Irak para la ONU, estaba listo desde el pasado mes de abril, pero su llegada se pospuso por desacuerdos entre la organización internacional y el Gobierno sirio.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció el pasado miércoles un acuerdo con Damasco para que una misión independiente investigara tres posibles casos de uso de armas químicas.

Tanto el régimen de Damasco como los rebeldes sirios se han acusado recíprocamente de emplear armas químicas en un conflicto en el que 100.000 personas han perdido la vida.

Uno de los lugares al que los investigadores accederán será la localidad de Jan al Asal, en la provincia septentrional de Alepo, donde, según el régimen, 26 personas murieron en marzo pasado en un supuesto ataque rebelde con sustancias químicas.

Siria es uno de los siete países que no ha firmado la Convención sobre Armas Químicas de 1997.

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