viernes, 26 de abril de 2013

El Convento en las Sombras


Cuando uno habla sobre tumbas profanadas, tesoros escondidos y siniestras historias de fantasmas, tu mente enseguida viaja asta el misterioso Egipto. Pero no es necesario irse a tierras de oriente para encontrar lugares con este tipo de leyendas y tesoros. Con acercarse a este viejo monasterio encontraras todas estas leyendas en un mismo lugar.

La historia de este monasterio es de lo mas movida, se levanta sobre un volcán extinguido encima de los restos de un templo en honor a la diosa Minerva y sobre un eremitorio de origen árabe. Asentado sobre las butacas del diablo, como se denominó en la Edad Media a los lugares con energías telúricas (como los volcanes).

Durante la Baja Edad Media fue ocupado por los agustinos y se componía solamente de una pequeña ermita adosada o embutida en una sólida construcción a modo de torre fuerte, que servía de habitáculo y refugio a religiosos y ermitaños que acudían a refugiarse cuando se daba aviso de la llegada de barcos berberiscos.

A mediados del siglo XIII el rey Alfonso X el Sabio declaro el monasterio santo y lugar de peregrinación; instalándose primero los dominicos y después los franciscanos.

A finales del S. XVI, principios del XVII, se ubica en este lugar el Patronato del Marquesado de Los Vélez (Juan Chacón) junto el advenimiento de los monjes franciscanos. (Aún se conserva los escudos encima de la puerta de entrada a la iglesia)

Juan Chacón (adelantado del reino de Murcia), obtuvo del Papa Inocencio VIII , una bula con la facultad de construir allí una casa convento y se recibieron importantes donaciones del infante Don Juan Manuel, Don Juan José de Austria hijo de Felipe IV, aumentando así su patrimonio artístico. 

Ya en 1541, el Papa Paulo III reconoce la santidad de San Ginés de La Jara y establece oficios religiosos , otorgó culto y advocación al monasterio de San Ginés de La Jara, en torno a la celebración de San Ginés de la Jara el 25 de agosto.

Sobre quién fue San Ginés de la Jara, la bibliografía es casi existente. No hay datos concretos sobre su vida, su nacimiento y su muerte. Sin embargo, existen varias hipótesis y leyendas en torno a su persona. 

Unos, dicen que era Hijo de Roldán Magno, rey de Francia, hermano del Legendario Roldán, sobrino, pues, de Carlomagno. llegó de Francia, por el mar, por los años 800 y naufragó en las costas murcianas, salvando milagrosamente su vida, viniendo a parar al monasterio.

Donde decidiría hacer vida de ermitaño. Y hasta este monasterio llegaría un día la familia a convencerse de que no se avía vuelto loco o que alguien lo retenía en España y intentaría sin éxito que se marchara con ellos a Francia. Ginés renunciaría al trono de Francia y tras su Muerte la familia reclama que sus restos sean transportados a Francia. Pero Al llegar la caja a Francia al abrirla se la encuentran vacía, Al parecer, sus restos han vuelto milagrosamente al monasterio donde finalmente seria enterrado. La fama de santidad de Ginés se extiende, y su sepulcro se hace centro de peregrinación.

Los milagros se multiplican y los vinateros lo nombran su patrón ya que según éstos era protector de las labores campesinas y del campo. También los navegantes se encomendaban a él ante tormentas, tempestades y peligros por naufragios. Se le reconocían varios milagros: además de la salvación de navegantes, numerosas curaciones, especialmente las hernias infantiles; también llevó a cabo resurrecciones. y de este modo se convierte en el abogado ante todo mal.

Por el año 1677 se declaró en Cartagena una grave epidemia que atacaba a los niños falleciendo antes de las veinticuatro horas, y el Ayuntamiento, para aminorar la fuerza del terrible achaque, quiso implorar la clemencia de algún santo que curara esta enfermedad, pero nadie sabía quien era ni en el Archivo municipal había antecedentes. En vista de ello los señores capitulares metieron en una cántara muchos papeles con nombres de santos, y un muchacho sacó uno, resultando el de San Ginés de la Jara, y se acordó celebrar la fiesta el 25 de agosto de cada año.

A finales del S.XVIII, Diego de Arce (Ministro Provincial de Los Franciscanos de Murcia), es quien emprende la reforma que dotó al convento de la identidad que presenta en la actualidad. Sin duda el momento de su máximo esplendor.

En 1835, el monasterio pasó a manos particulares. La primera familia en adquirir el monasterio fue la Starico y mas tarde otras familias como los De La Cierva, Tajardo, Burguete …
Realizándose desafortunadas reformas y otras remodelaciones sin respetar su estructura arquitectónica , junto a la mala calidad de los materiales con los que fue construido, más su abandono por parte de sus propietarios a medida del paso de los años, ha llevado a que el monasterio se encuentre en un estado de ruina y peligro de derrumbe.

En la actualidad a pesar de haber sido declarado BIC (Bien Interés Cultural) por derecho del 28 de febrero de 1992, el monasterio está en un lamentable estado de ruina debido a su abandono y saqueo.

Son muchas las leyendas y misterios las que alberga este monasterio nada de extrañar entendiendo que este monasterio sirvió de alojamiento para tantas civilizaciones. Lo cierto es que al entrar en aquel territorio uno sentía que estaba lleno de una extraña y poderosa energía.

En su interior Se han encontrado restos de máquinas de tortura, restos humanos enterrados por todo el monasterio, fosas comunes, en sus pasillos cuerpos momificados y gente emparedada. También se habla de Túneles subterráneos de kilómetros de longitud y Leyendas de tesoros ocultos, algunos incluso aún por descubrir.

tumba de san gínes, situada tras el altar mayor


Hay quien dice que vecinos se enriquecieron misteriosamente dejando sus casas abandonadas coincidiendo con algún saqueo al templo, los diversos hoyos en algunos lugares del templo atestiguan que en aquel lugar se ha escavado en busca de los tesoros, pero muchos de esos hoyos solo han servido para destapar más de una fosa común.

La realidad es que muchos ladrones han destrozado sus infraestructuras y se han llevado piezas de valor, se ha expoliado hasta la tumba del santo Situada bajo el altar mayor y cuya entrada se encontraban oculta y sellada tras un muro, hoy día solo queda su nicho.

En un principio se pensó en restaurar el lugar, pero se encontraron con el problema de que cada vez que picaban una pared aparecía un cadáver o un objeto que hacia necesario el llamamiento de arqueólogos, los albañiles también se negaban a trabajar se quejaban de ruidos y apariciones. Finalmente el lugar se encuentra a la espera de ser restaurado con salas apuntaladas y en el más absoluto abandono.

Durante toda la exploración al recinto notamos una extraña sensación de estar siendo observados y escuchamos golpes extraños en las paredes, sobre todo en la segunda planta, hoy día se me pone los pelos de punta pensar que en algunas de esas paredes avían gente emparedada, cuando exploramos el lugar desconocía ese hecho.

Cuando nos disponíamos a subir al campanario escuchamos una rápida risa como de niño y una carrera como si alguien subiera corriendo el campanario, nos quedamos parados en seco y mirándonos unos a otros pero alguien rápidamente dijo,(tranquilizándonos a todos):

- tranquilos seguro que no somos los únicos explorando el lugar, y tras unos minutos de duda subimos al campanario, una vez arriba se nos helo la sangre resulta que el campanario solo tiene una vía de acceso que es por donde nosotros subimos y en la parte alta del campanario no había nadie, quizás donde mas miedo pase fue en la cripta cuando un amigo mio se acacho para observar un hueso de dedo que avía en el suelo y de repente se apagaron todas las linternas a la vez quedándonos en la mas absoluta oscuridad durante unos diez segundos que a mi me parecieron horas… tras el acontecimiento del campanario y el fallo múltiple de las linternas acordamos abandonar el lugar y no tentar mas nuestra suerte…



                          

hueco de una doble pared
Fuente: Lugares Olvidados

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