jueves, 3 de enero de 2013

Documentos desclasificados muestran que el FBI planificó con la banca la represión del movimiento OWS




Era más sofisticado de lo que habíamos imaginado: nuevos documentos muestran que la violenta represión del desconcertante movimiento Occupy Wall Street (OWS) el otoño pasado fue coordinada no sólo a nivel del FBI, del Departamento de Seguridad Nacional y de la policía local. 
El operativo incluyó -como se recordará- detenciones violentas, dispersiones de masas, impactos de botes contra el cráneo de manifestantes, gente amarrada con esposas tan apretadas que hacían daño, personas maniatadas tanto tiempo que se orinaban y defecaban encima, todo coordinado por los mismísmos grandes bancos“.
Es el inicio de una noticia publicada ayer por The Guardian bajo el título “Revelado: cómo el FBI coordinó la represión de Occupy”, basada en documentos que se han hecho públicos tras larga demora. Estos muestran lo que The Guardian llama una “meta-trama” que se desarrolla en numerosas ciudades estadounidenses, aquellas en las que el movimiento pacífico de protesta ciudadana incide de manera más activa en la banca, trama que este diario califica como extraída del “mundo orweliano”.
Hasta seis universidades norteamericanas fueron espiadas por la policía a fin de encontrar a los estudiantes que participaban como activistas de OWS y filtrar información al FBI, y todo con el conocimiento de las administraciones correspondientes. Agentes del FBI se sentaron con representantes de los bancos y llegaron a trazar estrategias para aplastar eventos de Occupy con hasta un mes de antelación tales como el campamento en Zuccotti Park, e incluso, según cita el periódico británico, se propusieron amenazas de asesinato contra personas destacadas del movimiento mediante disparos de francotiradores.
Los documentos muestran que, aunque el FBI reconoce que OWS es un movimiento pacífico, insiste en definirlo reiteradamente como “amenaza criminal y terrorista”.
Este documento, que creemos que es sólo la punta del iceberg, abre una ventana de alcance nacional respecto a la vigilancia del FBI, el seguimiento y la presentación de informes contra manifestantes pacíficos y la organización del movimiento Occupy”, dijo Mara Verheyden-Hilliard, Directora Ejecutiva de la Partnership for Civil Justice Fund (PCJF).
Estos documentos muestran que el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional están tratando las protestas en contra de la estructura corporativa y de la banca de Estados Unidos como una posible actividad criminal y terrorista. Estos documentos también muestran que estas agencias federales funcionan como un brazo de inteligencia de facto dirigido por Wall Street y las corporaciones.”
Verheyden-Hilliard señala la asociación estrecha de los bancos, la Bolsa de Nueva York y al menos un local de la Reserva Federal con el FBI y el DHS, y lo llama “policía-estatismo”.
Los documentos muestran como el FBI vigilaba a un grupo de trabajo contra el fraude bancario en noviembre de 2011, o cómo la Reserva Federal (FED), es decir, la entidad privada que monopoliza la emisión de dólares en EEUU, en este caso su sede en Richmond, ordenó a su seguridad privada vigilar grupos de OWS como Veteranos por la Paz. 
En Anchorage, Alaska, un grupo llamado “terrorism task force” se encargaba del espionaje y “joint terrorism task force” hacía lo propio en Jackson, Michigan. También en esa ciudad, el FBI y “Banco Security Group” -grupo que reune a varios bancos privados – se reunieron para discutir la respuesta violenta al evento que se bautizó como “National Bad Bank Sit-in Day”, y que se saldó con numerosos detenidos y heridos.
Otros lugares donde el movimiento fue espiado son Milwaukee, Indianapolis, Florida, Virginia, Memphis, Tennessee…
El FBI declaró al San Francisco Chronicle que sus investigaciones se llevaban a cabo con “respeto a la libertad y a la privacidad y que evitaban intrusiones innecesarias en la vida de las personas que respetan la ley.”

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